Farmacéuticas advierten que será desastroso
Rusia y China dejan atrás a EU en la diplomacia de la inmunización
No habrá nuevos fondos para reparto equitativo de vacunas
Exigen manifestantes el cese del abuso policial
Duque estudia decretar el estado de conmoción para frenar la violencia
Washington. El Pentágono informó ayer que rastrea el cohete chino que se espera que reingrese sin control a la atmósfera este fin de semana, con el riesgo de estrellarse en un área habitada. China lanzó ayer el primero de los tres elementos de su estación espacial, la CSS, que fue propulsado por un cohete Long March 5B. Es el cuerpo de este cohete el que aterrizará en los próximos días, tal vez el sábado, y nadie sabe dónde. Tras la separación del módulo espacial, el lanzador comenzó a orbitar el planeta en una trayectoria irregular, perdiendo altura lentamente, haciendo casi imposible cualquier predicción sobre su punto de entrada a la atmósfera, y por tanto de su punto de caída. Es posible que se descomponga al ingreso, dejando sólo pequeños escombros para chocar, y si permanece intacto, siendo el planeta 70 por ciento agua, hay una buena posibilidad de que caiga en el mar. Sin embargo, podría estrellarse contra un área poblada o contra un barco. No es la primera vez que China pierde el control de una nave en su regreso a la Tierra. En 2018, un laboratorio espacial Tiangong-1 se desintegró al reingresar a la atmósfera, dos años después de que dejó de funcionar.
Washington. El panel de supervisión de Facebook decidió mantener la exclusión impuesta por la plataforma al ex presidente estadunidense Donald Trump, medida calificada de vergüenza absoluta
por el magnate, quien, según dicho órgano, creó un ambiente en el que era posible un riesgo serio de violencia
con sus comentarios sobre el asalto de la sede del Congreso de Estados Unidos por sus seguidores el pasado 6 de enero. El bloqueo afectó igualmente su cuenta en Instagram, propiedad de Facebook, mientras Twitter y YouTube también removieron las cuentas del magnate.
Jerusalén. El presidente de Israel, Reuven Rivlin, encargó ayer a Yair Lapid, político centrista y el rival más fuerte del premier Benjamin Netanyahu, formar un nuevo gobierno, pero su camino hacia el éxito es incierto. Netanyahu enfrenta muchas dificultades para mantenerse en el poder después de cuatro elecciones sin resultados claros desde 2019 y acusaciones de corrupción que él niega.