Los Programas nacionales estratégicos (Pronaces) que impulsa el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) buscan, entre otros objetivos, fortalecer e impulsar la conservación de los ecosistemas y la riqueza biocultural de México, afirmó Elena Álvarez-Buylla, directora general del organismo.

También se persigue, agregó, la recuperación de los lazos sociales y el reforzamiento de una economía campesina sustentable que amplíe la expectativa de vida de jóvenes y adultos de las regiones menos favorecidas del país, pues son prioridad para la actual administración.

Aseguró que desde el consejo tenemos un gran compromiso con las nuevas generaciones e informó que dentro del Conacyt necesitamos una suerte de consejo de jóvenes; hay que pensar cómo formularlo para tener estas voces de una manera más participativa y avizorar algunas acciones.

Al participar en el foro Sistemas socioecológicos y sustentabilidad: retos y oportunidades de la colaboración transdiciplinaria para la incidencia, en la que investigadores alertaron sobre los retos que implica la búsqueda de una verdadero diálogo con diversos actores comunitarios, campesinos y de la iniciativa privada, para incidir en la transformación y preservación de un territorio, señaló la importancia de impulsar una visión de sustentabilidad real que permita generar alternativas ante la destrucción de los ecosistemas y el cambio climático.

Eduardo García Frapolli, investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, destacó que en la academia también se deben abordar nuevos paradigmas, y salir del salón de clases, porque el aprendizaje está allá afuera, lo que no significa que lo que se enseña en el salón de clase no sirve, pero se necesita salir a ver las problemáticas reales, intervenir en ellas, y ahí, aprender haciendo.

En tanto, Elena Lazos Chavero, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, destacó la importancia de construir un verdadero diálogo donde se escuche la voz de todos para el reconocimiento de otros pensamientos y valores, pero hay que empezar con la construcción de los problemas, admitiendo que todos tenemos capacidades, y entendiendo desde qué visión compartimos estos desafíos para ir construyendo soluciones.