La Paz. Miles de personas marcharon ayer en varias ciudades del mundo, principalmente de América y Europa, para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores en medio de la pandemia de Covid-19.

Decenas de personas, en su mayoría migrantes, marcharon de la Casa Blanca hasta el Capitolio para reclamar la ciudadanía para indocumentados en Estados Unidos. Sí se puede, corearon los asistentes en respaldo a la reforma migratoria que el presidente Joe Biden envió al Congreso para ofrecer una vía a la ciudadanía para 11 millones de migrantes.

Movilizaciones similares en demanda de más derechos humanos para los trabajadores se efectuaron en Chicago y Nueva York. En Los Ángeles las marchas llegaron hasta el ayuntamiento, donde los asistentes –algunos vestidos con indumentaria indígena prehispánica– portaron las banderas de México y Estados Unidos.

En Bolivia, el presidente Luis Arce y la Central Obrera Boliviana (COB) reafirmaron su alianza frente a cualquier oposición antidemorática en una gran movilización en la ciudad de Santa Cruz, unos 550 kilómetros al este de La Paz, bastión tradicional de la derecha y uno de los puntos más afectados por el virus.

Arce; su vicepresidente, David Choquehuanca, y el ex mandatario Evo Morales encabezaron a miles de trabajadores que marcharon por el centro cruceño y se congregaron en la plaza 24 de Septiembre, símbolo de los poderes conservadores locales.

La derecha no pasará, aquí están la COB, el gobierno nacional y nuestra Asamblea Legislativa Plurinacional para defender al pueblo organizado que quiere democracia, progreso y desarrollo, expresó Arce ante los trabajadores, quienes en su mayoría no utilizaron cubrebocas ni respetaron la distancia social.

Las concentraciones de los obreros se dieron en el país andino luego que hace unos días el gobierno anunció el aumento de 2 por ciento al salario mínimo nacional mensual, equivalente a unos 304 dólares.

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia aseguró en un comunicado que la medida perjudica a la mayoría e induce a un número mayor de personas a engrosar las filas de la informalidad porque tendrá menos oportunidades de conseguir un empleo digno.

Miles de brasileños participaron en manifestaciones de apoyo al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, sin distanciamiento social, mientras la oposición celebró el Día del Trabajador por Internet.

Hubo movilizaciones en la mayoría de las principales ciudades, como Brasilia, Sao Paulo y Río de Janeiro. En el país han muerto más de 400 mil personas por Covid-19.

Hace dos semanas, Bolsonaro dijo que estaba esperando una señal de la gente para tomar medidas que pusieran fin a las restricciones locales de alcaldes o gobernadores para intentar frenar la propagación del virus.

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva pidió que la celebración de este día sea también una jornada de esperanza para Brasil, que se reconstruirá. Este es un 1º de mayo triste para los hombres y mujeres trabajadores de nuestro país, un día de luto por las 400 mil vidas perdidas por el Covid-19, muchas de ellas porque el gobierno de Bolsonaro se negó a comprar las vacunas que le ofrecían, denunció Lula en un discurso virtual.

También aludió a los 14 millones de parados, víctimas de una política económica que enriquece a millonarios y empobrece a los trabajadores. Por los 19 millones de brasileños que hoy pasan hambre, abandonados a su suerte por este desgobierno.

El ex presidente uruguayo José Mujica auguró muchas luchas porque viejas propuestas neoliberales de la década de 1990 volverán a golpear nuestras puertas. Señaló que este 1º de mayo fue de luto por la cantidad de compatriotas que se fueron por el Covid-19.

En Cuba se suprimió por segundo año sucesivo el desfile de miles de personas por las plazas del país debido a la propagación de la pandemia y una creciente escasez de recursos económicos básicos.

Animados por las autoridades a organizar discretos actos, los cubanos se mostraron con sus banderas en casas y azoteas. Hubo actos en instituciones estatales con el canto del himno nacional mientras coreaban consignas en apoyo a la revolución izquierdista de 1959.

¡Felicidades, trabajadores! Es monumental lo hecho para sobrevivir a la pandemia bajo bloqueo reforzado y aun así, avanzar, tuiteó el presidente Miguel Díaz-Canel.

La clase obrera venezolana conmemoró esta jornada con concentraciones y diversas actividades en el centro de Caracas para respaldar al presidente Nicolás Maduro y rechazar el bloqueo económico internacional contra la nación petrolera.

Queremos, primero, repudiar el bloqueo y las medidas coercitivas del imperio que han atropellado, que han vulnerado el poder adquisitivo de los trabajadores, manifestó el presidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, Wills Rangel.

En Panamá, cientos de trabajadores de los sectores de educación, construcción, magisterial, salud y artístico marcharon en exigencia de mayor reactivación económica y alto a los despidos, así como en defensa de la seguridad social, los derechos laborales y jubilación digna.

Trabajadores de Honduras marcharon para exigir el acceso a vacunas contra el Covid-19, cese a los despidos masivos y que se ponga freno a la corrupción en el país.

Detenciones en Francia y Turquía

Manifestantes encapuchados y vestidos de negro se enfrentaron con la policía en París, mientras miles de personas se unieron a las tradicionales marchas en toda Francia para exigir justicia social y económica y expresar su oposición a los planes del gobierno para cambiar las prestaciones por desempleo.

La policía realizó 34 arrestos en la capital, donde se reportaron incendios en contenedores de basura y roturas de ventanas de una sucursal bancaria.

En Turquía, al menos 100 manifestantes fueron detenidos cuando intentaban llegar a la plaza Taksim, lugar habitual de protesta, así como en otros barrios, entre ellos la popular avenida Istiklal. Los policías repelieron a un grupo con sus escudos, mientras otros sometieron a manifestantes en el suelo para arrestarlos.

Decenas de miles de personas, desde trabajadores a grupos anticapitalistas, pasando por negacionistas del virus, marcharon bajo la supervisión de miles de agentes por Alemania. La canciller Angela Merkel rindió homenaje al esfuerzo de muchos trabajadores en condiciones difíciles por la pandemia y pidió que se aprovechen las pruebas de detección de Covid-19 para trabajar en un entorno seguro.

Miles de personas con mascarillas y distancia social se sumaron a las manifestaciones en más de 70 ciudades y localidades de España. Desfilaron por las calles cargando banderas, aunque en número limitado para respetar las medidas contra la pandemia.