Morelia, Mich., Presuntos criminales obstruyeron de nuevo con piedras la carretera Aguililla-Apatzingán, cerca de El Terrero, la misma vialidad que horas antes utilizó el nuncio apostólico Franco Coppola durante la visita que hizo el viernes a la primera localidad, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán. La vía ha permanecido bloqueada intermitentemente en los tres meses recientes.

Un comerciante de Aguililla comentó que desde hace cinco años la gasolinera de la cabecera municipal fue destruida por criminales y no la volvieron a abrir, por lo que los conductores tienen que comprar gasolina más cara a personas que la abastecen, y cuando cierra la carretera hacia Apatzingán, tienen que salir a buscarla hasta Coalcomán a través de una brecha en mal estado.

Cerca de El Aguaje, comentó el informante, se encuentra el puente de fierro, que limita los municipios de Aguililla y Buenavista Tomatlán. De un lado lo controlan los Viagras y del otro lado los del cártel Jalisco Nueva Generación. Es decir, han comenzado a delimitar territorios que impiden el acceso a ambos lados de la carretera a Apatzingán.

En lo que va de este año del municipio de Aguililla se han desplazado más de 5 mil personas; sólo de El Aguaje han salido unas 350 familias, a decir del cura José Luis Segura.

La gente de esta localidad comentó a los medios que debido a la pandemia y a la guerra entre bandas del crimen organizado hay cada vez más desempleo, y los víveres cuestan hasta 30 por ciento más de lo normal, porque quienes abastecen de alimentos no pueden ingresar al poblado.

Los habitantes de El Limón, El Terrero, El Aguaje, entre otras pequeñas poblaciones, manifestaron que de poco sirve que las fuerzas de seguridad un día desbloqueen la carretera y horas, después, los delincuentes la corten con maquinaria pesada.

La gente manifestó que en la cabecera municipal de Aguililla, unos 12 mil habitantes, comerciantes, ganaderos y agricultores se sienten amenazados por un grupo delictivo dedicado a extorsionar y a cobrar cuotas para dejarlos trabajar.