Madrid. La Superliga no está muerta. Sólo aguarda un mejor momento para volver a atacar, según explica Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y a su vez del nuevo torneo que hace una semana estremeció el futbol europeo. Desde sus declaraciones no es un simple capricho, sino asegura que es la única vía para enfrentar un naufragio financiero provocado por la pandemia y cuyas pérdidas hasta ahora, entre todos los 12 equipos de élite, asciende a 650 millones de euros, pero que al final de la temporada calculan llegará a los 2 mil 500.

En entrevista con el diario español As, Florentino explicó que los clubes sencillamente no pueden marcharse como si hubieran cambiado de parecer. Existen contratos vinculantes que lo impiden. El mandamás del Madrid asegura que la nueva competencia esta en periodo de reflexión, pero más viva que nunca.

No necesito explicar qué es un contrato vinculante, opuso Florentino en la entrevista, “pero efectivamente, los clubes no pueden irse.

Algunos de ellos, debido a la presión, han dicho que se van. Pero este proyecto, o uno muy similar, avanzará y espero que muy pronto.

Las razones para mantener vivo el proyecto son fundamentalmente económicas. Junto a las finanzas existe otra que les preocupa de manera medular: los jóvenes han empezado a perder interés en el futbol, con la consecuente pérdida de competencia en el mercado del entretenimiento.

Hay que hacerlo lo más rápido posible (poner en la marcha la nueva competencia), pero primero hay que explicarle el proyecto a la gen-te de buena fe, que ha sido manipulada por los que no tenían otro objetivo que defender sus privilegios, expuso Florentino.

El presidente merengue rechazó las acusaciones de que la Superliga sea una competencia elitista y excluyente. Pues aseguró que la información sobre el torneo fue distorsionado para proteger intereses de algunos privilegiados.

Ni es un plan excluyente ni va contra las ligas, afirmó; el proyecto es el mejor posible y se ha hecho para ayudar al futbol a salir de la crisis. El balompié está gravemente herido porque su economía se hunde y hay que adaptarse a la época que vivimos. La Superliga no va contra los campeonatos domésticos y tiene como objetivo que fluya más dinero para todo el futbol.

La Superliga recibió otro golpe el viernes cuando JPMorgan, que había otorgado una subvención de 3 mil 500 millones de euros (4 mil 200 millones de dólares) a los clubes fundadores, dijo que había juzgado mal cómo se vería el acuerdo.

Pérez, sin embargo, dijo que el banco todavía estaba a bordo.

“No es cierto que se hayan retirado. Se han tomado un tiempo para la reflexión, al igual que los 12 clubes. Si necesitamos hacer cambios lo haremos, pero la Superliga es el mejor proyecto que hemos pensado", añadió.

Mientras Florentino sostiene esto, el Chelsea pidió perdón este sábado por haber tomado parte del naciente certamen.