Lunes 19 de abril de 2021, p. 11
Los módulos para realizar pruebas Covid-19 a viajeros que vuelan a Estados Unidos, Canadá y Europa, desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), realizan en promedio más de 300 exámenes diarios cada uno. De enero a la fecha, en las terminales 1 y 2 se encuentran seis laboratorios.
Empleados del aeropuerto capitalino señalaron que todos cuentan con certificaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y operan con las más estrictas medidas
para que pasajeros tengan certeza de que son confiables. Además, deben cumplir con requisitos administrativos, y legales como cualquier otro comercio que se encuentra en el AICM. Asimismo, contar con registro sanitario correspondiente y con las pruebas autorizadas por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE). Los costos de los exámenes varían entre 500 y 2 mil pesos, dependiendo si es prueba rápida de antígenos o PCR.
En la actualidad hay más de 60 laboratorios que solicitaron instalarse en la terminal aérea, entre ellos, Farmacias Similares, del Ahorro, Salud Digna, Laboratorios del Chopo, por mencionar algunos. Ninguna petición ha sido rechazada, se encuentran en lista de espera en tanto se autoriza la habilitación de nuevos espacios o se desocupa uno de los ya autorizados.
Algunos pasajeros señalaron que ciertos países, para ingresar a sus territorios vía aérea, les piden una segunda prueba y que permanezcan en cuarentena. José Luis acudió a uno de estos lugares ubicado afuera de la Terminal 1 del aeropuerto capitalino antes de viajar a Los Ángeles. Uno de los requisitos que piden a todos los viajeros antes de volar es presentar pruebas PCR con resultado negativo, a fin de evitar la propagación del coronavirus.
Blanca Pelcastre está a cargo de uno de los laboratorios. Recomendó a los pasajeros asegurarse de que el establecimiento cuente con todos los permisos y certificaciones. Añadió que por fortuna la gente está más consciente de las medidas sanitarias, pero no hay que bajar la guardia. Hay que decirles a los viajeros que sigan respetando las medidas de sana distancia, seguir con el aislamiento social y si viajan hacerlo con careta y cubrebocas
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