Tres jóvenes y consolidados artistas fueron invitados por Un eStudio Sobre Revolución (USSR), espacio independiente, para intervenir con un proyecto en específico una casa porfiriana que ha experimentado varias remodelaciones, en la calle Veracruz 72 de la colonia Condesa. Ellos son José Castañeda Levop, Alejandra España (Ciudad de México, 1982) y Álvaro Ugarte (Guadalajara, 1984).

La parte donde nos tocó trabajar, atrás de la cochera, se usaba para el servicio cuando la casa estaba habitada, expresa Ugarte en entrevista. De construcción posterior, esta adición cuenta con una serie de pasillos, a veces oscuros, a veces sin ventanas, que, en opinión del entrevistado, dan la impresión de una película negra.

La energía fantasmal del lugar dio pie al título del trabajo producido , cuya exhibición culminó el 15 de abril: Antes de que nos despierten.

A lo largo de un mes, tiempo de la residencia, cada artista convirtió uno de los cuartos en su estudio particular. Ugarte se adaptó a la habitación que le correspondió: “Ese cuarto tenía un clóset donde dibujé ‘éstos monstruos’ que allí habitan, que nos imaginamos de niños. Al ver las manijas de sus puertas se me figuraron ojos; entonces, a partir de allí dibujé diferentes personajes, como monstruos y fantasmas.

Luego llevé estos personajes a la tercera dimensión por medio de la escultura, con base en trazos hechos con acero cromado, para que se pasaran por el cuarto. Los repartí en la habitación para jugar con sus sombras y crear un ambiente onírico e infantil.

Resultó ser un trabajo mucho más libre de lo que Ugarte acostumbra hacer, que suele involucrar investigación previa: Por lo general trabajo con proyectos de mi creación que, al avanzar, cambian respecto de sus resultados. Para Antes de que nos despierten el artista se dejó llevar sin tener tantas restricciones; es decir, realicé el proyecto como algo natural, sin tanto pensar.

Alejandra España, quien obtuvo el premio de adquisición de la Bienal de Pintura Rufino Tamayo 2020, realizó medio centenar de pinturas en torno a tótems y rostros, de mucho colorido, con las que tapizó tanto su espacio de trabajo como algunos pasillos. El ambiente fantástico y de ensoñación, complementaba la obra creada por Ugarte.

Las pinturas realizadas por José Castañeda Levop son una crítica al comercio de arte que compara con el mercado de la carne.