Miércoles 14 de abril de 2021, p. a12
Julio César Rey Martínez, campeón mundial en peso mosca por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), no sólo es hábil para eludir golpes y asestar los puños. También posee una gracia y una agilidad con el lenguaje, una chispa que nunca se sabe si habla en serio o en broma. Ambas facultades del ingenio las aprendió en el barrio.
Rey Martínez es producto del mítico Tepito. No nació ahí, pero fue el epicentro de su carrera como boxeador. Presionado por las responsabilidades de la paternidad, aceptaba cualquier pelea, sin importar la desventaja del peso, con tal de ganar dinero para los gastos de sus dos hijos pequeños. Con ese ímpetu se hizo campeón y hoy es promovi-do por Eddy Reynoso, el exitoso entrenador del Canelo Álvarez.
No ha podido debutar bajo la tutela de Reynoso, pues en tres ocasiones ha sufrido contratiempos de salud que se lo han impedido. El más reciente en febrero por una fractura de mano unos días antes de la defensa ante el boricua, McWilliamns Arroyo. Y hoy, ya recuperado, se prepara para demostrar su valor.
Me dio mucha vergüenza, porque nunca antes había dejado botada una pelea, pero me pasó estas veces y la última no podía con la mano en ese estado
, comenta apenado.
Rey dice que después de la frustrada defensa recibió muchos ataques, sobre todo de sus rivales, quienes lo acusaban de no cumplir o de fingir su lesión.
Muchos contendientes hablan mal de mí después de eso, pero ninguno representa al-gún peligro, ya me tocará hablar en el ring
, dice con la confianza de tener el puño recuperado.