EU: estado benefactor
l dilema actual en la economía de EU consiste en definir el modelo a seguir para superar la crisis. Mientras Trump se inclinó por apoyar a la iniciativa privada con la baja de impuestos, Biden piensa lo contrario y solicita un incremento para incentivar el gasto público.
Si el Congreso aprueba el nuevo plan de infraestructura de Biden ( American Jobs Plan) por 2.25 billones de dólares, el gobierno creará 12.8 millones de nuevos empleos en cuatro grandes ejes:
1. La reconstrucción de infraestructura (carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, transporte colectivo y red eléctrica) con inversión de 620 mil millones de dólares.
2. Tecnología de la información, acceso universal a banda ancha, redes de agua potable, electricidad y escuelas, con inversión de 650 mil millones de dólares.
3. Cuidado a discapacitados y a adultos mayores, con 400 mil millones de dólares.
4. Investigación y docencia, con 580 mil millones de dólares.
Ahora comienza una discusión entre demócratas y republicanos sobre el camino a seguir, porque los recursos para realizar las obras no existen, lo que se puede traducir en un incremento de la inflación y en la caída de la producción en el sector privado.
Para conseguir el dinero se pretende aumentar el impuesto a las empresas, al pasar de 21 a 28%, incremento que no quieren avalar los republicanos. Sin embargo, en caso de que se apruebe, el gobierno espera recuperar los recursos en un plazo de ocho años.
La discusión se centra en el manejo de los recursos. ¿Es mejor administrador el gobierno al desarrollar infraestructura básica o más vale dejar el dinero a la iniciativa privada para que genere directamente empleos productivos y más riqueza?
En términos generales, los demócratas piensan que el gobierno tiene una visión de conjunto y que administra mejor la riqueza que la iniciativa privada para superar la crisis, evitar la recesión y mantener el crecimiento del PIB y del empleo. Sin embargo, los republicanos piensan que al cobrar más impuestos a las empresas el gobierno frenará el desarrollo de las empresas privadas y provocará una crisis con la caída de la producción y el empleo productivo.
La moneda está en el aire.