Domingo 28 de marzo de 2021, p. a12
Andrés Vargas, luchador de estilo grecorromano que ganó en Ottawa una plaza olímpica para los Juegos de Tokio, lo tuvo todo y lo perdió por golpear a su ex pareja el año pasado. Tras un proceso abreviado, donde reconoció haber ejercido violencia familiar, fue sentenciado y tras pagar una multa de 2 mil pesos y someterse a terapia sicológica, asegura que ha reparado su falta y que entiende la gravedad de sus acciones.
Sin embargo, entabla una disputa legal contra las autoridades deportivas de su disciplina, para que le respeten el derecho a representar a México en los próximos juegos veraniegos. Plaza que consiguió el año pasado en Ottawa y, pese a la negativa de la Federación de Medallistas de Luchas Asociadas, ratificó hace pocas semanas en Guadalajara.
Ofrezco una disculpa a mi ex pareja y a todas las mujeres por mis actos
, dijo el luchador; yo he enfrentado mi responsabilidad y fui sentenciado, de acuerdo con lo que la ley establece. Tenía todo y lo perdí. Ha sido un proceso difícil llegar hasta aquí. Lo único que puedo aconsejar a las mujeres que vivan situaciones de violencia es que acudan a las autoridades, porque hay leyes que las protegen
.
El proceso legal fue breve, pues el luchador asumió su responsabilidad desde el inicio. Asegura que reconoce la carga que lleva consigo este tipo de delitos ante la opinión pública; lo único que defiende ahora es su derecho a participar en los Juegos Olímpicos.
He perdido algunos derechos políticos y civiles
, admite Vargas; pero no el de competir deportivamente y salir del país para hacerlo. Me preocupa la opinión pública, claro, lo que hice está mal visto, no debe ocurrir, pero quiero que mis actos hablen de mí de ahora en adelante
.
Vargas reclama que la Federación quiere excluirlo y que su lamentable caso de violencia familiar lo han utilizado como pretexto para aprovechar el boleto y otorgarlo a competidores de su simpatía.