Ver al otro con una mirada nueva, tratar de eliminar lo aprendido socialmente respecto de la desigualdad y la violencia, y regresar a nuestra esencia como seres humanos. Este es el planteamiento de Viceversa: cómo te veo, cómo me ves, exposición colectiva de 18 artistas, abierta en forma presencial en la galería central del Museo de la Cancillería.

La escultora Claire Becker, curadora de la muestra, expresa que esta guerra que lleva demasiado tiempo entre hombres y mujeres, tiene que encontrar una solución, no sólo pacífica, sino de reorientación. Para la artista de origen francés, radicada en México desde hace 20 años, el conflicto tiene que ver con que la sociedad patriarcal funciona con la energía masculina que ha dominado. Entonces, las mujeres han tenido que utilizar este mismo poder para equipararse, porque la fuerza femenina se ha perdido.

Convencida de que la violencia que ejercen los hombres contra las mujeres no viene de la esencia masculina, y de la necesidad de dejar de ver el otro como el enemigo, o el culpable, Becker invitó a varios artistas a explorar la energía que rige lo masculino y lo femenino desde la contraparte. Es decir, descubrir de nuevo que las energías de cada sexo son complementarias y necesarias para la creación.

Los artistas invitados son Maribel Avilés Junco, Silvia Barbescu, Pablo Boneu, Beatriz Canfield, Olgo Chorro, Miguel Ángel Corona (El Reynito), Orlando Díaz, Rigel Herrera, Flor Minor, Fernando Moreno, Sandra del Pilar, César Rangel, Jorge Ismael Rodríguez, Juan San Juan, Luciano Spanó, Eloy Tarcisio, Alejandra Zermeño y la propia Becker.

Aunque algunos de los participantes tenían obra porque ya habían trabajado el tema, más bien se trató de hacer una pieza sobre el asunto. En entrevista, Becker se refiere a la pintora Rigel Herrera, a quien invitó a retarla, ya que trabaja el erotismo femenino. Le pedí mantener su lenguaje artístico, con un cambio de mirada hacia lo masculino.

El resultado fue el óleo con oro líquido El origen de la belleza (2020), paráfrasis de El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. Según Herrera fue muy sencillo el planteamiento: ¿qué hubiera pasado si nos hubieran contado la historia al revés? Es decir, que el amor y la belleza hubieran sido la parte masculina. Sólo es un cuestionamiento, no un debate, porque a la hora de querer entender la masculinidad habrá un acercamiento, no obstante nunca lo vas a entender.

Herrera creó un Venus masculino. Cambió la gran concha por un calamar, y las flores delicadas por una flor de lis, relacionada con lo fálico. Además, su Adonis asume una actitud retadora.

Viceversa: cómo te veo, cómo me ves está abierta en el Museo de la Cancillería (República de El Salvador 47, Centro Histórico) y se puede visitar con cita previa. Para mayor información, comunicarse al correo [email protected] o al teléfono 55-3686-5100, extensión 8327