Sakhir. Sergio Pérez tuvo una satisfactoria primera jornada de trabajo al mando de Red Bull, a pesar de causar una bandera roja por una falla en su monoplaza, en el segundo día de pretemporada de la Fórmula 1 en Baréin, donde el finlandés Valtteri Bottas, con Mercedes, fue el más veloz, mientras Lewis Hamilton sufrió un trompo.

La tapa del motor del piloto mexicano se desprendió cuando activó el DRS (acelerador extra) para rebasar al Williams de Nicholas Latifi, obligándolo a ir a pits para un remplazo de pieza.

Pérez, quien se ubicó octavo en la tabla de tiempos, se mostró tranquilo respecto al incidente. Pude sentir cuando sucedió, se volvió un poco más difícil, pero aparte de eso, creo que el equipo lo está solucionando. Además, no perdimos mucho de nuestro tiempo en pista, dijo el jalisciense tras la jornada, en la que se desempeñó en dos sesiones –tercero en la primera y octavo por la tarde–, como en una simulación de carrera completa.

Es genial laborar con el equipo y me estoy acostumbrando cada vez más; ya puedo sentir el potencial. Mañana tengo toda la mañana para seguir rodando, anoto Pérez, quien hoy compartirá la jornada con su coequipero, Max Verstappen.

Dos semanas antes del primer Gran Premio de la temporada, que tendrá lugar en el mismo circuito de Sakhir, en Baréin, Mercedes vuelve a dominar, tal como ha hecho en las últimas temporadas, pero en esta ocasión no fue gracias a Hamilton, siete veces campeón del mundo que concluyó en el puesto 15, sino a su compañero Bottas.

El finlandés dio 58 vueltas al trazado bareiní y logró el mejor tiempo con un giro de 1:30.289, más rápido que el francés Pierre Gasly (1:30.413 con su Alpha Tauri) y el canadiense Lance Stroll (1:30.460 al volante de un Aston Martin).