Viernes 26 de febrero de 2021, p. 24
Lima. Perú autorizó por primera vez respetar la decisión de una sicóloga de poner fin a su vida cuando lo crea conveniente y ordenó a autoridades médicas elaborar un protocolo para cumplir su deseo. El juez Jorge Ramírez, de la Corte Superior de Lima, señaló en su sentencia que tampoco se castigará con tres años de cárcel –como indica la ley– al profesional que ayude a morir a Ana Estrada, de 43 años. La autorización no abre la posibilidad a más casos de eutanasia, sino que sólo será aplicable a Estrada. La activista por la muerte digna sufre desde hace 30 años de polimiositis –enfermedad inflamatoria incurable que causa debilidad muscular– que ha paralizado casi todos sus músculos. Pese a ello estudió y ejerció su profesión hasta que el deterioro la obligó a estar en la cama casi todo el día. Es asistida por enfermeras y en su blog titulado Ana por una muerte digna
cuenta las razones de su decisión.