Las secuelas en la salud de las personas que han tenido Covid-19 son poco claras, pero evidentes. En China, donde surgió la enfermedad, se ha dado seguimiento a los afectados, quienes después de seis meses reportan problemas de fatiga, dificultad para dormir, ansiedad y depresión, entre otros.

En Estados Unidos se crearon clínicas de recuperación pos-Covid y han encontrado que quienes tienen un mayor riesgo de consecuencias de largo plazo son las personas mayores de 50 años, si tuvieron un cuadro grave o padecimientos previos de tipo cardiopulmonar, hipertensión, diabetes u obesidad.

En México, no existe todavía un registro ni servicio médico específico para ayudar a los afectados. Los especialistas han reconocido la necesidad de contar con áreas de rehabilitación para personas que luego de superar un cuadro grave de infección regresan a sus casas con un tanque de oxígeno por la dificultad respiratoria persistente.

También se requiere atender a quienes han tenido cuadros leves o moderados de la infección y lo pudieron resolver en sus domicilios, pero presentan lo que se conoce como síndrome pos-Covid. Sandeep Lahoti, director de la Clínica de Recuperación del Hospital Metodista de Houston, Estados Unidos, refirió estudios con datos de que 10 por ciento de personas recuperadas presentan secuelas de largo plazo. Otras investigaciones señalan que hasta 70 por ciento tiene síntomas persistentes.

A más de un año del surgimiento del virus SARS-CoV-2, aún hay aspectos de la infección por descubrir. Lahoti comentó el hallazgo por resonancia magnética, de inflamación en el corazón en algunos pacientes, los cuales no presentaron síntomas relacionados con ese órgano cuando tuvieron Covid-19.

Lo mismo puede pasar con otros órganos, ya que no hay claridad sobre los efectos a largo plazo del coronavirus.

Expertos en China detectaron que después de seis meses, 63 por ciento de los afectados sufría fatiga o debilidad muscular; 26 por ciento tenía dificultad para dormir, y 23 por ciento, ansiedad o depresión. Otros padecen dolor en articulaciones, de pecho, problemas de memoria, pérdida del gusto u olfato.