Este viernes fueron inaugurados dos planteles más de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, programa prioritario del gobierno federal para atender a jóvenes y no tan jóvenes excluidos del derecho a estudiar, señaló Raquel Sosa Elízaga, directora del organismo coordinador de este plan nacional.

Primero en San Martín Xaltocan, Tlaxcala, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, se presentó la primera etapa de la escuela enfocada en la formación de ingenieros especialistas en la sustentabilidad del medio ambiente.

La coordinadora explicó que el país requiere de profesionistas que restauren los daños ambientales en tierra, agua, aire, plantas y en la vida en general.

Las Universidades para el Bienestar iniciaron actividades en 2019, con más de 15 mil estudiantes en todo el país, 815 docentes y 36 carreras universitarias; tiene un modelo de educación pública gratuita y de arraigo comunitario.

Acorde con los documentos básicos del organismo para el cumplimiento de sus objetivos, parten de un agudo diagnóstico: cada año suman cerca de 300 mil jóvenes y adultos que aspiran sin éxito a ingresar en la educación superior.

La exclusión se profundiza en quienes habitan en localidades distantes de las universidades públicas y privadas.

En ese contexto, Sosa destacó el trabajo de todo un equipo integrado por estudiantes, profesores y padres de familia, así como de autoridades de los tres niveles de gobierno, porque para hacer realidad esta alternativa se mueve el colectivo para conseguir desde el terreno hasta levantar y equipar las escuelas.

En San Martín Xaltocan estarán, de manera inicial, 96 estudiantes y seis docentes de Ingeniería Ambiental para la Sustentabilidad, a fin de buscar soluciones a problemas de impacto ambiental, con atención especial en zonas rurales y periurbanas.

Cultura de la educación

En su mensaje, López Obrador señaló la importancia de la cultura y de la educación.

Vengo a supervisar este trabajo, esta acción educativa importantísima, el de tener esta universidad dedicada a formar jóvenes especialistas en el medio ambiente. Me da mucho gusto que la directora de esta universidad sea originaria de Tlaxcala, egresada de (la Universidad) Chapingo, señaló.

Esto es muy importante, expresó, el que podamos dar alternativas a los jóvenes para que puedan estudiar, trabajar y se alejen de la tentación de tomar el camino de las conductas antisociales, que no los enganchen las bandas y la delincuencia, que tengan siempre abierto el camino, la posibilidad del estudio y del trabajo.

Más tarde, en Zinacatepec, Puebla, al inaugurar la primera etapa de otro plantel, éste del área médica, Sosa comentó que esta escuela muestra muy bien el corazón, el espíritu con el que están trabajando, porque la relación con las comunidades es intensa, a través de tareas de medicina de prevención y un programa muy sólido basado en el conocimiento para enfrentar a los estudiantes a retos reales y urgentes de salud que desafían a la población. Además, muchos de los estudiantes son nahuablantes, tal como el coordinador del plantel y el presidente municipal, lo cual es fundamental en una región con una identidad cultural tan fuerte.

Es muy distinto tratar con una comunidad cuando se habla su propia lengua. Es una hermosura escuchar y acercarnos a nuestros compañeros y que ellos sean tan sensibles, tan sencillos, añadió Sosa, al agradecer también a la población por la protección y apoyo a los estudiantes.

La universidad de Zinacatepec albergará a 471 estudiantes y 10 docentes de la licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria; son ya 19 sedes educativas con ese perfil, por lo que serán a la vez voluntarios en las brigadas de vacunación contra el Covid.