Cuando Yamileth Mercado se mi-ra al espejo puede notar un borde y una ligera desviación en su nariz. Son los recuerdos de una doble fractura con la que terminó un combate de forma heroica, sin hacer alardes. No fue defendiendo el campeonato del mundo en peso supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, que conquistó en noviembre de 2019, sino en una contienda inesperada, casi una rutina para recuperar actividad en medio de la pausa a la que obligó la pandemia en septiembre de 2020.

Yamileth no quiso practicarse una cirugía estética. Eso –confiesa– le habría dejado la nariz más frágil, algo inaceptable en un deporte donde se recibe castigo frecuente en esa zona de la cara. Cuando mi-ra el borde y esa pequeña desviación incluso siente orgullo de la realidad que representa.

Son cosas a las que estás expuesta en el boxeo, comenta; sabía que podía ocurrir, es lo más común, pero no lo esperaba en una pelea en donde ni siquiera iba mi título en disputa.

Y esa defensa llegó. Este sábado en Hermosillo, Sonora, expone por primera vez el cinturón ante Alejandra Guzmán, pelea que había pen-sado realizar en marzo de 2020, pero que la pandemia obligó a posponer. Después fueron meses de incertidumbre, hasta que llegó el combate para recuperar el ritmo y donde salió lesionada, a pesar de la victoria.

Esta defensa la espero con demasiado entusiasmo, explica. Ha pasado tanto desde que lo gané, la dificultad para hacerla realidad, mi lesión en septiembre, de modo que hoy llego con toda la convicción y una preparación como nunca.

Durante el acondicionamiento con su equipo, que dirige el entrenador Alfredo Caballero junto a sus campeones Miguel Berchelt, superpluma, y Juan Francisco Gallo Estrada, supermosca, la exigencia fue de alto nivel. En un video popular, Yamileth estaba al borde del llanto por lo difícil de esas prácticas.

No era la exigencia de mi entrenador, sino la que yo me impongo, precisa Yamileth; “fue una preparación de muy alto rendimiento, con Berchelt que es un monstruo trabajando y con Gallo Estrada haciendo espárring conmigo”.

Una de las pruebas para recuperar la confianza en que su nariz ya está restablecida, fue la serie de episodios que boxeo ante el Gallo, quien le conectó algunos golpes como parte del trabajo.

Eran episodios muy fuertes y fue inevitable que me tocara la nariz, pude comprobar que ya estoy recuperada, además del alta que me dieron lo médicos, eso me da confianza, agrega.

La sintonía del trabajo en el equipo le brinda seguridad. Un esfuerzo compartido entre campeones para sacar lo mejor entre todos.

No cualquiera, hombre o mujer, soporta ese grado de esfuerzo y exigencia. Después de ese campamento estoy lista para cualquier batalla, resume.