Manifiesto de aficionados por una fiesta íntegra, auténtica y justa
e llama el matador y ganadero Raúl Ponce de León − Ponce el bueno, entre aficionados con mayores referencias− para desmentir, entre divertido y serio, que algunos periodistas y ciertos portales anunciaron su fallecimiento precisamente el día de su cumpleaños 71, el pasado 26 de enero. Así andan nuestros silenciosos taurinos, con brújula pero sin imán, le comenté.
Un amigo español envía este Manifiesto de aficionados por una fiesta íntegra, auténtica y justa, que comparto con el lector: “La fiesta de los toros es, desde tiempo inmemorial, la favorita de un gran número de ciudadanos, constituyendo en la actualidad un valioso patrimonio artístico y cultural de cuya pervivencia todos somos, en mayor o menor medida, responsables. Como fiesta viva y por tanto sujeta a los vaivenes de los tiempos, merece una atención especial de parte de todas aquellas personas, colectivos o instituciones de cuya actuación dependa, de manera directa o indirecta, su porvenir.
“Los aficionados a la tauromaquia, en cualquiera de sus expresiones, representamos el soporte humano, intelectual y económico que necesita el espectáculo taurino para su normal desarrollo. En la actualidad la opinión de los aficionados no es atendida –muchas veces ni siquiera escuchada− no obstante las diversas cuestiones que afectan al correcto desarrollo de dicho espectáculo. Pese a esta evidencia, la afición taurina, organizada o no, constituye en estos momentos un pilar fundamental en la defensa, conservación y fomento del espectáculo taurino.
“Hoy que la vigencia de la fiesta de los toros es cuestionada desde distintos frentes, la unidad de los aficionados aparece como una necesidad ineludible de cara a reivindicar con la máxima fuerza posible la vigencia de la tauromaquia en la sociedad del siglo XXI. Este compromiso colectivo exige también, de manera inexcusable, una respuesta de los poderes públicos y de los profesionales taurinos a favor de la regeneración profunda del espectáculo taurino en el horizonte de la construcción de una fiesta más íntegra, auténtica y justa.
“Por todo ello manifestamos: 1. Nuestro compromiso radical en la defensa de la vigencia de la fiesta de los toros. Para ello nos comprometemos a trabajar en el fomento de la afición taurina con el objeto de que, a través del conocimiento profundo de todos los aspectos de la tauromaquia, se pueda alcanzar el objetivo de una fiesta íntegra y justa.
“2. La necesidad de situar al toro de lidia, en su plena integridad y diversidad, como elemento fundamental de la tauromaquia. Asimismo reivindicamos la necesidad de una profunda regeneración del espectáculo taurino, en especial de la suerte de varas como medida de la bravura del toro. 3. Nuestro firme compromiso para defender los derechos de los aficionados a la fiesta de los toros, así como la intención de participar ante cualquiera de las instituciones públicas que tienen responsabilidad sobre el espectáculo taurino.
4. Nuestro apoyo y respaldo a todas las iniciativas de gestión pública de las plazas de toros, en cualquiera de sus diversas modalidades. 5. Nuestro reconocimiento a todas las expresiones de tauromaquia popular existentes actualmente. 6. Ante las diversas incertidumbres en las que aparece sumida la fiesta de los toros en la actualidad, hacemos un llamamiento a la responsabilidad a los distintos sectores profesionales (empresarios, matadores, subalternos, ganaderos, medios de comunicación) para que desarrollen su labor con el máximo rigor posible.
Pues sí, pero desde hace un año estamos a merced de farmacéuticas, funcionarios y locutores.