Guaidó y aliados no participan
La Asamblea Nacional, única institución que no es chavista
Miércoles 2 de diciembre de 2020, p. 35
Caracas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó ayer que, aunque confía en el triunfo abrumador de los candidatos de la alianza oficialista en los comicios legislativos del domingo, acepta el reto de quienes quieren convertir la elección en un plebiscito y por ello estaría dispuesto a apartarse de la presidencia si contra todo pronóstico sus adversarios salen victoriosos.
Sé que vamos a tener un gran triunfo. Así lo creo y así será
, sostuvo Maduro en un acto partidista transmitido por la televisión estatal, al citar comentarios de candidatos opositores que, según él, han querido convertir los comicios del 6 de diciembre en un plebiscito para rechazar o aprobar su mandato.
“Si ganamos nosotros, vamos pa’lante, pero también tengo que decir: dejo mi destino en sus manos. Si vuelve a ganar la oposición, yo me voy de la presidencia.”
En 2015, los adversarios de Maduro ganaron el control de la Asamblea Nacional alcanzando una mayoría que no había logrado durante 16 años de gobiernos socialistas de Hugo Chávez y Maduro.
Hemos tenido que sufrir cinco años de horror, de complot, de conspiración y de fracaso para que nuestro pueblo tenga conciencia de que fue un error elegir a la oposición
, sostuvo.
La Asamblea Nacional es la última institución nacional en manos de la oposición. Los analistas coinciden en que la oposición, ahora dividida, se encamina a sufrir una aplastante derrota.
Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países, encabezados por Estados Unidos, como presidente legítimo
de Venezuela, y sus aliados, decidieron boicotear los comicios.
El canciller ruso, Serguei Lavrov indicó que su gobierno enviará a un grupo de observadores para las elecciones de Venezuela, y se pronunció porque los extranjeros se guíen por los resultados objetivos y no traten de adaptar las evaluaciones de la votación a sus preferencias de política exterior y geopolítica
.
Esta elección se realiza en medio de una fuerte presión internacional de un grupo de países que avalan a Guaidó y acusan al Consejo Nacional Electoral de no garantizar la transparencia y la igualdad de condiciones.