En busca de un boleto a los Juegos de Tokio, su última cita olímpica, la gimnasta Elsa García mantiene una actitud positiva excepcional en medio de la pandemia por el Covid-19, virus que contrajo y que complicó su preparación; los síntomas la postraron en cama dos semanas y dos más de recuperación, tiempo que se sumó a los tres a cuatro meses sin entrenamiento formal.

Durante la pandemia me concentré en tomar esto de la mejor manera, siempre positiva. Al momento sigo lidiando con esta recuperación postCovid, pero estoy con todas las ganas, con toda la energía, con toda la concentración hacia esa meta que sigue siendo Tokio 2020, resaltó la gimnasta regiomontana en videoconferencia, acompañada por su entrenador, Antonio Barraza.

Elsa, quien fue distinguida con el Premio a la Elegancia por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) en 2009 por su actuación en el Campeonato Mundial de Londres 2009, planeaba retirarse a sus 30 años en los Juegos de este año.

La atleta decidió aguantar el adiós hasta el final del ciclo olímpico aplazado a 2021, e ir en pos del boleto a Tokio en la prueba del all around, lo que podría conseguir en el Campeonato Panamericano, cancelado este año, y para el que la FIG ya estableció fecha, del 4 al 6 de abril de 2021 en Kansas City.

García confía en lograrlo, consciente de que primero deberá ganar el derecho a esa participación en el selectivo interno con mexicanas, para el que todavía no hay fecha determinada, pero deberá celebrarse entre febrero y marzo.

La gimnasta recordó que desde el 18 de marzo, cuando inició el confinamiento, se propuso enfocarse en enfrentar de manera positiva la contingencia. Al igual que sus compañeras, alcanzó a llevarse algunos colchones y material de entrenamiento del gimnasio de Barraza, que instaló en la sala de su casa para trabajar a distancia, al tiempo que aprovechó para enriquecerse de conocimientos de otros temas en línea.

Fue una etapa de mucha creatividad, muy diferente, de probarme a mí misma; esto nos va forjando el carácter, resaltó la gimnasta.

El entrenador, por su parte, enfrentó la dura situación de tener que cerrar el gimnasio por completo, sin obtener ganancias y adquiriendo deudas para pagar al personal hasta donde le fue posible. No obstante, Barraza confía en la calidad de Elsa, a quien formó desde niña, para alcanzar el sueño olímpico.