Viernes 13 de noviembre de 2020, p. 16
Vacunas contra el Covid-19 como la de Pfizer –de la que llegarán a México hasta 24 millones de dosis– están pensadas para el primer mundo, y naciones como la nuestra no cuentan con infraestructura para conservarla y transportarla adecuadamente a los lugares de aplicación, pues se requiere de temperaturas ultrafrías, explicaron ayer especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Samuel Ponce de León y Mauricio Rodríguez, integrantes de la Comisión Universitaria de Atención de la Emergencia del Coronavirus, señalaron que no creen que esta sea una vacuna destinada a naciones en vías de desarrollo. No es buena noticia para nuestro país
.
Si nos atenemos a las condiciones necesarias para la conservación de esta vacuna, que son menos 70 grados, y a que no hay espacio grande de tiempo por arriba de esta temperatura que permita su utilización, ciertamente enfrentamos una dificultad logística de mayor grado
, explicó Ponce de León.
En México, indicaron, no hay una cadena de almacenamiento y distribución que pueda garantizar la conservación y el manejo adecuado de una vacuna así.
En la conferencia de prensa virtual Vacunas para Covid-19, la ciencia en acción, los especialistas consideraron alentador el número de vacunas experimentales contra el Covid-19 y los resultados que algunas han arrojado; sin embargo, estimaron necesario esperar a la conclusión de los estudios para su aprobación y aplicación.
Ponce de León, coordinador de la comisión, y Rodríguez, vocero, previeron que en la segunda mitad de 2021 podrían ponerse en marcha campañas de vacunación una vez que estén listas las que ahora están en fase 3, es decir, en investigación en grandes poblaciones.
Ponce de León sugirió que sin tratamientos precisos y sin vacunas es indispensable mantener las medidas de higiene y sana distancia recomendadas.
Rodríguez detalló que en el mundo hay 38 vacunas en fase uno de ensayos; 14 en fase dos (en más de 30 países, incluido México), y 11 en fase tres (en poblaciones de decenas de miles). De ellas, seis recibieron autorización para limitado uso de emergencia en Rusia y China.
Ponce de León explicó que una vacuna óptima tiene que ser segura, con el menor número de efectos colaterales; eficaz, con respuesta positiva en más de 80 por ciento de casos; evitar cualquier infección; de una o pocas dosis, y su producción no debe ser compleja desde el punto de vista industrial.