El Colegio Nacional de Danza Contemporánea, fundado en 1991 por Guillermina Bravo como uno de sus grandes proyectos para impulsar esa disciplina en México, “no recibe el apoyo que le corresponde, es una pena, pues como diría la misma maestra cuando cumplió 90 años: ‘en vez de hacerme este homenaje, por qué no le dan ese dinero a mis bailarines y maestros que lo necesitan tanto’”.

Así lo expresó el coreógrafo Jaime Blanc, en la rueda de prensa organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en la que se anunció el Coloquio Guillermina Bravo 100 años, 1920-2020, organizado de manera conjunta por el instituto y la Universidad Autónoma Metropolitana para celebrar el centenario del nacimiento de la bailarina, que se cumple este 13 de noviembre.

El maestro Blanc detalló que el colegio sigue funcionando en Querétaro, “con altibajos, como casi todos los colegios de danza que existen, tratando de seguir adelante con los planteamientos con los que Guillermina Bravo comenzó, pero todo se mueve, y el colegio ha ido cambiando hacia una comprensión diferente de lo que se enseña ahí.

¿Qué pasa de parte de las autoridades hacia el Colegio Nacional de Danza Contemporánea? Es un problema muy difícil de solucionar, sería muy bueno hacer algo por parte de las autoridades del Inbal, de la Secretaría de Cultura federal y de la de Querétaro.

Al respecto, la directora de Bellas Artes, Lucina Jiménez, señaló que se buscarán apoyos institucionales para el colegio, “es cuestión de hablar con las autoridades de Querétaro. Estamos retomando los vínculos con todos los gobiernos estatales y planteando la recomposición de las maneras de trabajar y buscan apoyos en rubros específicos.

Bravo nació para la danza, desde la rebeldía y por su constante espíritu de búsqueda e indagación, se convirtió en el símbolo mismo de la revolución en la danza mexicana de los siglos XX y XXI.

La funcionaria añadió que el homenaje que le rendirá el Inbal a través del coloquio “pretende abordar y reflexionar en torno a su obra, su trayectoria como bailarina, coreógrafa y maestra, pero también como pionera en la formación profesional de bailarines, coreógrafos y técnicos.

Indagar sobre la obra y el trabajo de Guillermina Bravo implica el reconocimiento de la exigencia de un método que se nutre de una técnica específica por la cual ella apostó, pero que no le concedió valor en sí misma, sino en la posibilidad de construir una poética de la danza.

El coloquio se inició este miércoles a las 19 horas con la transmisión de una video-semblanza de Bravo, imágenes de sus coreografías y una entrevista en vivo con Cecilia Lugo sobre la coreografía que dedicó a la maestra, titulada Nicolasa, la cual interpretó después desde el Teatro de la Danza.

Hoy y mañana se realizará un par de conversatorios (a las 17 horas) con creadores y especialistas, algunos de ellos ex colaboradores del Ballet Nacional de México, compañía fundada por Bravo, entre ellos Rossana Filomarino, Orlando Scheker, Luis Fandiño, Luis de Tavira, Margarita Tortajada, Antonia Quiroz, Lydia Romero y Gabriel Pascal.

Se tratará de “una conversación entre protagonistas fundamentales que trabajaron con ella y son testigos de esa vitalidad que tuvo a quien llamaban La Bruja, por su capacidad de hechizar a todos y convencerlos de enamorarse de la danza, y persistir en horas y horas de trabajo disciplinado”, explicó la Lucina Jiménez.

El Coloquio Guillermina Bravo 100 años, 1920-2020 se transmitirá en las redes sociales de la Coordinación Nacional de Danza-Inbal y del área de Difusión de la UAM (en Facebook: @uamculturaoficial) y se podrá ver también de manera diferida a su transmisión.