El gobierno federal planea que en dos años los elementos del Servicio de Protección Federal (SPF) tengan capacidad para sustituir a los 50 mil elementos de seguridad privada y de los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (Cusaem) que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto resguardaron instalaciones federales, revelaron funcionarios federales.

De esa manera, además de la protección de los datos de operación interna, se conviertan en posibles fuentes de inteligencia que sirvan para contener actos de corrupción en las instituciones.

El SPF es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que se creó en febrero de 2008 con el propósito de prestar servicios a dependencias de la administración pública; sin embargo, la custodia de inmuebles quedó en manos de empresas privadas y las instituciones llegaron a contratar hasta a 50 mil elementos para esas funciones.

Al inicio de la actual administración federal, la corporación contaba con 4 mil 400 elementos y, de acuerdo con la información obtenida, este año se contará con más de 13 mil agentes altamente especializados en diversos servicios, que van desde el resguardo de inmuebles hasta custodia de funcionarios.

El objetivo de este gobierno es que en 2023 el SPF cuente con 45 mil elementos, de tal manera que tenga capacidad para brindar seguridad a todas las dependencias del gobierno federal.

Las fuentes consultadas refirieron que la importancia de esto es que cuidarán instalaciones de trascendencia para la federación, entre ellas grandes almacenes de medicamentos, oficinas que tienen el registro e información de todo lo que sucede en cualquier dependencia, situación que convierte a esta corporación en una fuente de información para los servicios de inteligencia.

El pasado 12 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que durante administraciones anteriores proliferaron muchísimas policías privadas, particulares que se encargaban de la vigilancia de los inmuebles gubernamentales.