Buenos Aires. El décimo aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, que no sólo conmovió al país, sino a la región, fue conmemorado ayer con homenajes en esta capital y otras provincias.

Desde su primer mensaje dirigido ante el Congreso el 25 de mayo de 2003, Kirchner cumplió con cada una de sus promesas de emerger desde el infierno y no dejar ninguno de sus principios como militante peronista en las puertas de la (gubernamental) Casa Rosada.

Fue más lejos de todo lo que prometió, con hitos históricos, como haber pedido perdón en nombre del Estado por lo sucedido durante la última dictadura militar (1976-1983), ante miles de familiares de las víctimas, al entregar a los organismos de derechos humanos la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), uno de los centros clandestinos de detención y exterminio más siniestros de la larga noche dictatorial.

Fue histórico su discurso ante el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien en noviembre de 2005 durante la cuarta Cumbre de las Américas en Mar del Plata dio un no contundente en representación del Mercado Común del Sur y otros países a su propuesta de que América Latina firmara el proyecto del Área para el Libre Comercio de las Américas, un engendro colonialista en toda su estructura.

En mayo de 2010 Kirchner fue elegido como el primer secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y era titular del Partido Justicialista (peronista) a nivel nacional. En su funeral lo despidió una multitud y también los entonces presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Evo Morales (Bolivia), Fernando Lugo (Paraguay), José Mujica (Uruguay) y Rafael Correa (Ecuador).

En ceremonia encabezada por el presidente Alberto Fernández se instaló en el Centro Cultural Néstor Kichner una estatua del ex mandatario, que originalmente fue colocada en Quito durante el gobierno de Correa, y que su sucesor Lenín Moreno retiró.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo recuerda junto a su familia sin concurrir a los actos desde hace tiempo.

El amor vence al odio. Hemos regresado a las calles. Hoy es el día de la dignidad. Gracias, Néstor, por la esperanza, y expresiones similares dieron cuenta de un homenaje conmovedor, en estos momentos difíciles en los que con cuidados sanitarios se recupera la presencia política, demandando además regresar a la unidad latinoamericana, alentados por el reciente triunfo de los pueblos boliviano y chileno. Fue un mensaje también importante ante una oposición que está en abierta campaña golpista y en medio de especulaciones financieras que tratan de golpear al gobierno de Fernández.

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