Sábado 17 de octubre de 2020, p. 4
En 2006 se rompió la tradición castrense con la cual el presidente de la República electo designaba al que sería titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante su gobierno, a partir de una lista de tres candidatos que le presentaba el secretario saliente, y que de manera regular era el general que encabezaba la parada militar del 16 de septiembre. Desde entonces, los titulares de la Sedena ya no fueron los más antiguos, sino militares elegidos por quien sería el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador tampoco aceptó a los candidatos propuestos por el general Salvador Cienfuegos Zepeda y se decidió por el general Luis Cresencio Sandoval, el de menor antigüedad entre los divisionarios.
Cienfuegos (investigado en Estados Unidos en la llamada Operación Padrino) propuso a López Obrador como sus posibles sucesores al entonces subsecretario Roble Arturo Granados Gallardo, al ex oficial mayor Eduardo Emilio Zárate Landero y a Pedro Felipe Gurrola, director general de administración.
En 2006 el comandante del desfile fue el general José Alfredo Oropeza Garnica, pero el nombrado por Felipe Calderón fue Guillermo Galván Galván.
En 2012 se desechó el ritual del desfile conmemorativo del inicio de la Independencia. En noviembre de ese año, en vísperas del desfile de la Revolución Mexicana, se consideraba que ese acto daría luz sobre el nuevo mando del Ejército y la Fuerza Aérea, y sucesor de Galván Galván.
Sin embargo, no fue así, quien encabezó la columna fue el general de división Noé Sandoval Alcázar y Enrique Peña Nieto designó a Cienfuegos.
En aquellas fechas, entre los candidatos a suceder a Galván Galván estaban los divisionarios Augusto Moisés García Ochoa, Demetrio Gaytán Ochoa, Luis Arturo Oliver Cen y Salvador Cienfuegos Zepeda.
Supuestamente el candidato con mayores simpatías entre el generalato era García Ochoa.
Empero, durante la gestión de Galván Galván, Cienfuegos fue uno de sus más cercanos colaboradores, ya que entre 2006 y 2012 ocupó las comandancias de la séptima región militar, en el estado de Chiapas, y de la primera región militar, en la Ciudad de México. Posteriormente se convirtió en inspector y contralor general del Ejército y Fuerza Aérea; hasta concluir como oficial mayor de la Sedena.
En mayo de 2012, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) detuvo al general de división Tomás Ángeles Dauahare, ex subsecretario de la Defensa Nacional y presuntamente uno de los aspirantes más fuertes a ocupar el mando de la institución armada.
El Ministerio Público Federal, a cargo de Marisela Morales Ibáñez, lo acusó de tener vínculos con grupos del crimen organizado, motivo por el cual fue llevado a juicio y pasó un año en prisión, obteniendo su libertad al ser declarado inocente de los cargos.
Así, el sucesor de Galván Galván no fue uno de los candidatos que el secretario entregó en una lista al entonces presidente electo Enrique Peña Nieto, sino Cienfuegos, el divisionario con mayor antigüedad en la institución.
Ésta es una muestra de la tradición de elegir entre una lista de candidatos presentados por el titular de la Sedena que dejaría el cargo y cuya designación estuvo marcada por ser el jefe de la parada militar del 16 de septiembre: en 1982 el comandante del desfile fue Juan Arévalo Gardoqui y dos meses y medio después fue designado por Miguel de la Madrid; en 1988 ocurrió lo mismo con Antonio Riviello Bazán y Carlos Salinas de Gortari; en el mandato de Ernesto Zedillo correspondió a Enrique Cervantes Aguirre, y Ricardo Gerardo Clemente Vega García fue secretario con Vicente Fox.