Jueves 15 de octubre de 2020, p. 31
Bogotá. Unos 10 mil indígenas comenzaron ayer una caminata desde la ciudad de Cali hacia Bogotá, con la finalidad de lograr una reunión con el presidente Iván Duque, a quien exigen justicia por las matanzas perpetradas en el sudeste del país, al tiempo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) calificó de alarmante
el número de asesinatos de ex combatientes de las desarticuladas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Líderes de la denominada Minga (marcha) Suroccidente advirtieron que de no ser recibidos por Duque para sostener un debate político, social, cultural y ambiental, bloquearán la carretera Panamericana.
Desde el pasado lunes, cuando el grupo de indígenas llegó a Cali desde el departamento del Cauca, han mantenido conversaciones y con una delegación del gobierno, presidida por la ministra del Interior, Alicia Arango, aunque no han llegado a ningún acuerdo.
Las reivindicaciones de la minga incluyen la crítica a la impunidad de los asesinatos de líderes sociales, así como la implementación del acuerdo de paz firmado con las FARC en 2016 y la violencia en general que ha sacudido al país.
“Queremos que el gobierno atienda nuestras solicitudes, que no asesinen a nuestros líderes, comuneros, coordinadores de guardia y autoridades. De eso se trata esta minga, de que nos respeten la vida”, señalaron organizadores de la marcha, informó el diario El Tiempo.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, 47 líderes indígenas han sido asesinados en lo que va de año, además de que se han reportado 267 víctimas en 67 matanzas, nueve de ellas en el departamento del Cauca, desde donde ha partido la marcha.
Desde 2016, cuando se firmaron los acuerdos de paz, han sido asesinados 269 líderes indígenas, 242 después de ese hecho histórico, y 167 desde que Duque llegó a la presidencia, en agosto de 2018. El informe se puede consultar en: https://rb.gy/9bxkha
En tanto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) apremió al gobierno colombiano a destinar fondos para reducir la larga lista de pedidos acumulados de protección a ex guerrilleros. El enviado del organismo munidal para Colombia, Carlos Ruiz, destacó durante una sesión virtual del Consejo de Seguridad la necesidad de luchar contra la impunidad
de estos crímenes y llevar a sus autores intelectuales ante la justicia.
El proceso de paz avanza, pero la ONU ha descrito a menudo como preocupante la violencia que existe en el país contra líderes sociales, defensores de los derechos humanos y ex combatientes por grupos armados ilegales.
En un informe reciente, indicó que en lo que va del año han sido asesinados unos 50 ex combatientes de las FARC. Desde el acuerdo de paz, la misión de verificación de la ONU ha reportado 297 ataques contra ex combatientes, incluyendo 224 asesinatos de ex guerrilleros.
Ruiz describió como un éxito que líderes de las FARC admitieran su responsabilidad en delitos cometidos durante el conflicto armado, luego de que el mes pasado líderes del partido político nacido de la ex guerrilla pidieron perdón a las víctimas de secuestros y a sus familiares.
El gesto no es suficiente para la canciller colombiana, Claudia Blum, quien participó en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, y destacó que el país necesita que los miembros del partido FARC expongan la verdad
y reconozcan su responsabilidad en el reclutamiento de niños y niñas, ataques contra poblaciones, siembra de minas antipersonales, desapariciones forzadas y que además informen sobre rutas del narcotráfico y lavado de dinero.
El Consejo de Seguridad extendió el mandato de la misión de la ONU de verificación del acuerdo de paz en Colombia hasta el 25 de septiembre de 2021.