Insta BM a solución de largo plazo a la crisis en los pasivos
Jueves 15 de octubre de 2020, p. 26
La recesión detonada por la crisis sanitaria del coronavirus se perfila a elevar la deuda de México en 11.8 puntos porcentuales respecto del tamaño de la economía a lo largo de 2020, lo que resulta en el mayor crecimiento en al menos una década, mostró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque con mayores ingresos, la caída de la actividad económica –que se acompaña de más gasto del gobierno– hará que la deuda neta del país escale de 44.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) el año pasado a 56. 7 por ciento en 2020. No hay expectativas de que baje de 56 en los próximos cinco años.
En el monitor fiscal presentado este octubre, el FMI calcula que los ingresos del gobierno resulten en 24.4 por ciento del PIB, ligeramente por arriba de lo registrado el año pasado. En cuanto al gasto se estima que equivalga a 30.2 por ciento, 3.8 por ciento más que en 2019. Estas previsiones se hacen en referencia con el PIB, por lo tanto atienden que este año la economía se desplomará 9 por ciento y en 2021 crecerá apenas 3.5 por ciento, según el mismo FMI.
Este incremento en el gasto para una economía que será más pequeña resulta en un déficit del balance público estimado en 5.8 por ciento este año y en 3.4 para el próximo, ambos por debajo de otras economías también calificadas de emergentes.
Al presentar el informe, Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, explicó que si bien los apoyos fiscales suministrados a la economía mundial suman 12 billones de dólares, aun con ellos se espera que 90 millones de personas sean empujadas a pobreza extrema.
Mientras tanto, la deuda pública escala a nivel sin precedente, por arriba de 100 por ciento del PIB mundial, por lo que recomendó reducir de manera gradual los apoyos; pasar de proteger los empleos antiguos a hacer que las personas vuelvan a trabajar
, agregó.
Al tener que hacer más con menos
, recomendó a todas las economías –excepto las de ingreso alto– cambiar prioridades de gasto y ser más eficientes en su ejecución.
De la mano, para equipar redes de seguridad social y sanitaria, Gaspar recomendó impuestos más altos para los más ricos, para las empresas más rentables y mejorar el cumplimiento tributario.
Aumenta riesgo de incumplimientos: BM
En tanto, David Malpass, presidente del Banco Mundial (BM), instó a avanzar en un marco para el tratamiento de la deuda porque el riesgo de incumplimientos desordenados está aumentando. Sobre todo, porque los aplazamientos que iniciaron en mayo para los países más pobres sólo están pateando
el problema y junto a las obligaciones se están apilando los intereses.
Tanto él como Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, comentaron que la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) entre actores multilaterales se perfila a extenderse seis meses, por lo que concluiría en junio de 2021. El directivo señaló que se necesita una solución de largo plazo para la crisis de la deuda
.
Si bien hay esta iniciativa para los países en condiciones de pobreza más crítica, y los países avanzados pueden inyectar grandes cantidades de dinero a la recuperación porque se están financiando a tasa cero o incluso negativa, en el limbo están las economías que se consideran de ingreso medio, expuso Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público de México.
No tenemos esos márgenes de maniobra, ni sociales, fiscales ni económicos. Entonces, nosotros no hacemos como ellos (países avanzados) todo lo que se necesite, sino todo lo que podemos. Lo que sigue ahora es que los organismos internacionales empiecen a trabajar en una estrategia para nosotros, para los países de ingresos medios
, declaró el funcionario mexicano en un recuento de la participación de México en las reuniones del G20.
Más tarde, en conferencia de prensa, Georgieva evitó pronunciarse sobre cómo podrían verse beneficiados los países de ingreso medio –como se categorizan los de América Latina– de una extensión de la DSSI. Comentó que para eso están los mercados y de ahí la necesidad de un marco macroeconómico sólido que dé confianza a los inversionistas.