Los gobiernos de las entidades federativas han emprendido diversas medidas, en conjunto con los empresarios, para impulsar la reactivación turística en sus localidades; sin embargo, a diferencia del sector privado consideran que aún no se puede estimar si el último trimestre del año sea mejor que los meses recientes.

Michelle Fridman Hirsch, titular de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán (Sefotur), comentó en entrevista que se diseñó un plan de reactivación que sirve de brújula para enfrentar la pandemia de Covid-19, el cual consiste en cuatro fases.

La primera consistió en dar prioridad a la salud, pues cerraron todos los negocios del sector. Después, el gobierno de esa entidad otorgó paquetes de apoyo y financiamiento, entre otras medidas, para preservar los empleos del sector que aporta 10.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) estatal.

La tercera fase , que es la actual, es la reapertura. Hasta el momento, 80 por ciento de la oferta turística –como zonas arqueológicas– ya está disponible, mientras 50 por ciento de la conectividad se ha recuperado.

La última fase, dijo, es la recuperación del mercado, pues por el momento la mayor parte de los visitantes que tiene son turistas de estados circundantes.

Acotó que aún falta reabrir playas, aumentar la capacidad de servicio en hoteles y restaurantes, que ahora es 50 por ciento del aforo. Esta semana el turismo de convenciones volverá a operar, aunque con medidas estrictas de seguridad e higiene.

Una de las cosas que hicimos desde el inicio de la contingencia fue el desarrollo de un protocolo sanitario, que es bastante robusto y complejo. Lo hemos puesto en marcha en toda nuestra cadena productiva para certificarlo. Tenemos más de mil 200 empresa yucatecas en proceso de certificación sanitaria, lo que nos permiten ser mucho más competitivos y transmitir certeza sanitaria.

Destacó que con muy pocos recursos el gobierno de Yucatán debe poner en marcha estrategias de promoción. Los mercados en tiempos de Covid de algún modo cambian, seguimos con esta mezcla 75 nacional y 25 internacional, pero también en pandemia tenemos que estar muy pendientes de reactivar desde lo local hacia lo internacional, entonces empezamos con campañas regionales como la de Mundo Maya o Quédate en Yucatán, explicó.

Interrogada sobre si el último trimestre del año puede mejorar la situación, comentó que por ser un año atípico, la recuperación será lenta y gradual, pues apuestan más por una reapertura responsable y cuidadosa para no tener retrocesos.

Se cumplen protocolos

Germán Kotsiras Ralis Cumplido, titular de la Secretaría de Turismo de Jalisco (Secturjal), comentó que como parte de la estrategia de las autoridades en esa entidad se consolidó el compromiso para conformar el Observatorio Turístico del Estado.

El funcionario comentó que la herramienta permitirá tomar decisiones más acertadas para incentivar la industria, como hacer campañas de promoción en mercados que no se tenían identificados, como Europa, pues los países emisores naturales eran Estados Unidos y Canadá.

Es identificar cuál es la actitud del viajero, qué segmentos, qué presupuestos, en cuáles destinos tienen interés, es información que beneficia a todos, incluyendo a la industria y a la iniciativa privada con el ánimo de generar inversiones, apuntó.

Destacó que el big data permite ir más allá de los indicadores tradicionales, pues están participando universidades, aeropuertos, fideicomisos de turismo del estado, asociaciones de hoteles, de restaurantes y la Expo Guadalajara, entre otros.

Detalló que la información estará disponible en un sitio de Internet y se buscará que sea lo más actualizada posible.

El titular de Secturjal comentó que la reapertura del sector, que aporta 9 por ciento del PIB estatal ha sido gradual. Precisó que vigilan que se cumplan los protocolos sanitarios para dar confianza y seguridad a los visitantes.

El funcionario dijo que es complejo estimar cómo puede cerrar el año la industria. Llegar a los números, ya no del año pasado, sino de enero de este año, va a ser todo un proceso en el que tenemos que repensar la actividad turística.