Ahora con ustedes, el nuevo
FMI // Es el Fondo, ¿qué más puedo decir?
e había tardado, y reaparece con lo mismo de siempre: más reformas
, más privatizaciones, más dinero público para los negocios privados, más deuda, más estímulos
fiscales y, sobre todo, fuera manos del Estado (salvo para rescatar” o motivar
a los grandes corporativos). Y no hay que ser adivino para saber de quién son las recomendaciones
, porque ese es el sello indeleble del manual fondomonetarista, el cual los seis gobiernos neoliberales aplicaron al pie de la letra. Y ahí están los resultados, conocidos y padecidos por los mexicanos.
Carísimo le salió a nuestro país aplicar, durante cuatro décadas al hilo, la fórmula mágica
del Fondo Monetario Internacional (privatizaciones a diestra y siniestra, ajuste estructural
un día sí y el siguiente también, endeudamiento público a paso veloz para atender las exigencias de la cúpula empresarial, elevadísimo costo social y tantas otras recomendaciones
) que llevó a México a registrar uno de los crecimientos más bajos a nivel global y declarar prófugo al desarrollo, pero eso sí con una brutal concentración del ingreso y una desigualdad digna de una novela de terror.
Desde la llegada de Andrés Manuel a Palacio Nacional el FMI casi se había quedado calladito, fue cuidadoso –por decirlo así– con sus opiniones sobre nuestro país, pero ya no aguantó: se le quemaban las habas por dar instrucciones disfrazadas de recomendaciones
, como lo hizo durante esas cuatro décadas.
Y ahora, ¿qué recomienda
? Lo mismo de siempre: apoyo fiscal temporal para limitar el daño económico
(léase que el Estado sacrifique recursos para que los grandes corporativos sigan viviendo, y muy bien, del erario); cambios estructurales para impulsar la inversión
(privada, desde luego); reforma
impositiva (menor carga tributaria para el gran capital; el resto, que se joda); vender activos no esenciales
(¿cuáles?, porque todo se privatizó en los seis gobiernos neoliberales); frenar
los planes de aumentar la refinación –implica pérdidas
– y posponer
la construcción de la refinería de Dos Bocas.
Por cierto, el FMI dice que de no seguir ese camino (es decir, el recorrido por los seis gobiernos neoliberales) no sólo se están retrasando los logros de la última década en materia de empleo, ingreso y combate a la pobreza, sino que el desafío de bajo crecimiento de México parece empeorar
. Así, de no atender sus recomendaciones
, México tardará varios años en volver a los niveles anteriores a la pandemia
(los cuales, dicho sea de paso, no eran para presumir).
Qué cara más dura, porque en las pasadas cuatro décadas el empleo formal sólo alcanzó para uno de cada tres mexicanos en edad y condición de laborar (el resto, a la informalidad o la emigración); el poder adquisitivo se desplomó 80 por ciento y la contención salarial fue política de Estado, y el número de mexicanos en pobreza prácticamente se duplicó. Y en ese periodo la única fórmula mágica
fue la del FMI, que hoy quiere venderla como novedad
.
Consultado al respecto, el presidente López Obrador respondió: pues es el Fondo, ¿qué más puedo decir? Es que antes los del FMI dictaban la política económica y decían lo que debía hacer México.¿Y saben qué recomendaban? Privatizar, aumentar el precio de las gasolinas, de la energía eléctrica, privatizar la educación, el manejo de las pensiones, eran los jefes de jefes. Ya pasó eso
.
Entonces, dijo, lo único que pedimos es que nos respeten, somos libres y somos soberanos, y ya no son los organismos financieros los que dictan la política económica en México, como era antes. Ahora, si quieren hacernos recomendaciones, pues yo también les voy a mandar mi pliego petitorio para que procuren dar crédito a los gobiernos a tasa cero, que dejen de rescatar a las grandes corporaciones y rescaten a los pueblos, en fin, que dejen de estar solapando a gobiernos corruptos
.
Las rebanadas del pastel
Toma forma la consulta popular para enjuiciar a los actores políticos
(SCJN dixit), es decir, a las ratas bípedas que, todo apunta, ocuparon Los Pinos.