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Pandemia
Experta prevé oleada de trastornos mentales
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▲ Los médicos Evelyn Rodríguez y César Luna muestran el prototipo de un domo diseñado para que los familiares de fallecidos por Covid-19 puedan ver el cadáver sin riesgo de contagio y eso les permita reconciliarse con su nueva realidad.Foto Marco Paláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de octubre de 2020, p. 17

La pandemia de Covid-19 traerá una oleada de trastornos mentales por las pérdidas que han tenido las personas y la dificultad para superarlas, sobre todo si no tuvieron la oportunidad de despedirse de quien falleció a causa de la enfermedad. Los casos de depresión, ansiedad y alteraciones del sueño, entre otras, aumentarán como ya ocurre en otros países, advirtió Evelyn Rodríguez Estrada, siquiatra en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

En entrevista, comentó sobre la dificultad que implica superar el duelo y el riesgo de este y otros trastornos cuando no se ha tenido la evidencia del deceso. Si no lo ves, no lo crees. Lo mismo ocurre con quienes mueren en accidentes y cuyos cuerpos no es posible recuperar si, por ejemplo, se cayó el avión en que viajaban.

Pasa igual con las personas desaparecidas. Para los familiares es muy difícil aceptar que no volverán a ver a sus seres queridos, pues persiste la incertidumbre de que su hijo, esposo, hermano, puede estar vivo aun cuando hayan pasado años.

Se necesita la prueba de realidad, de que efectivamente la persona ha fallecido, con el fin de procesar el duelo que, en la teoría, explicó, comprende cinco fases: negación, enojo, depresión, negociación y aceptación o conciliación con la pérdida. Después las personas pueden seguir adelante.

Con la pandemia, esto se ha dificultado. De hecho, dijo la especialista adscrita al Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas (CIENI) del INER, se alteró la logística para el manejo de cadáveres. Antes, cuando un enfermo moría, algún familiar podía ingresar al nosocomio y reconocerlo al lado de la cama y de nuevo antes de que se lo llevaran el servicio funerario.

Ahora eso es impensable. Aunque existe la conciencia de que el enfermo estaba grave cuando entró al hospital, no está en la expectativa de las personas la posibilidad de la muerte. De ahí la importancia de la estrategia que se puso en marcha en el Departamento de Patología del INER con una cápsula de acrílico que se coloca sobre los cadáveres para que un familiar lo pueda identificar y despedirse sin riesgo de contraer el coronavirus.

Fue una idea muy buena, comentó Evelyn Rodríguez, pero tiene el problema de que es caro, alrededor de 28 mil pesos. Por eso, ella se dio a la tarea de pensar cómo tener un dispositivo parecido, pero más barato.

Y es que, además de siquiatra, Rodríguez es carpintera. Ella misma ha elaborado algunos muebles para su casa y su consultorio particular. Se le ocurrió que podría fabricar una cápsula con tubos de PVC, algunos de madera, pegamento y hule cristal del más grueso.

Compró las piezas y armó la estructura. Todo con un costo de 700 pesos. Y no se quedó ahí, sino que diseñó un tutorial con la lista de materiales y fotografías con los pasos a seguir para elaborar la cápsula y lo subió a Facebook (https://bit.ly/34mJIbD).

Rodríguez Estrada reconoce las limitaciones presupuestales que enfrentan las instituciones y está claro que si hay dinero se debe destinar a la adquisición de los equipos de protección personal para los trabajadores y tratamientos médicos.

Mencionó que se exploró la alternativa de las donaciones que permitan contar con las cápsulas, ya que hubo personas que se acercaron al INER a donar equipos de protección y alimentos para el personal médico. Pero esas son donaciones para la vida, pensaron los médicos, mientras donar para la muerte podría no ser atractivo. Así que la opción fueron los tubos de PVC.

Estas cápsulas han sido de gran ayuda en la pandemia. No obstante, advirtió Rodríguez, persiste el riesgo de que los deudos de personas que murieron por Covid-19 enfrenten dificultades para reconciliarse con su nueva realidad, por lo que recomendó algunas estrategias a seguir: primero, reconocer la pérdida, no negarla, y buscar lugares donde se les proporcione ayuda. Además, apuntó, las institucio-nes deben estar preparadas para atender la creciente demanda de consultas por trastornos mentales.