Ante el incremento de cercas y tapiales en el Centro Histórico, decenas de pequeños comerciantes de la zona pidieron auxilio a las autoridades para que el cierre de comercios y empresas no sea la primera y, a veces, la única medida de acción para la atención de conflictos y emergencias, sin que antes no se hayan agotado todas las opciones de las que la autoridad puede disponer. Tambien pidieron a los manifestantes detener las agresiones y violencia con la que han actuado.

Señalaron que nos manifestamos a favor de la libertad de expresión, de tránsito y comercio, pero rechazaron las agresiones y violencia de algunos grupos.

Asimismo, exhortaron al grupo (Frena) que mantiene un plantón permanente en la Plaza de la Constitución, a actuar con responsabilidad ante la crisis sanitaria.

Pidieron a las autoridades que les permitan abrir los domingos en el formato de pares y nones, así como una hora más, para cerrar a las 19:30 en lugar de las 18:30, y que los restaurantes cierren a las 12 de la noche y los bancos abran a las 9 de la mañana.

“Al levantarse algunas restricciones por la epidemia en el Centro Histórico, la otra pandemia, la de las marchas, plantones, protestas y cercos policiacos, está impidiendo la reactivación económica del primer cuadro, lo que genera pérdidas que ya rebasan los 100 millones de pesos en las tres semanas recientes.

Somos dueños y encargados de alrededor de 600 locales, como centros joyeros, tiendas de ropa, ópticas, restaurantes, fondas, negocios de comida rápida, hoteles, telefonía celular, computadoras, casas de empeño, bisutería, artículos fotográficos, papelerías, librerías, artículos de belleza, entre los principales, los cuales nos ubicamos en las calles Plaza de la Constitución-Monte de Piedad, Palma, Tacuba, 16 de Septiembre, 5 de Mayo y, por supuesto, la calle Madero, señalaron en conferencia de prensa en el restaurante Distrito Urbano, donde, en medio de protestas y gritos, manifestaron su desesperación por estar a punto de la quiebra y porque sus ingresos son insuficientes para la manutención de sus familias y el pago a sus trabajadores.

Hemos visto que mientras las actividades mercantiles se van regularizando en casi todas las zonas y plazas comerciales, el primer cuadro sigue muy afectado, ahora por los retenes y cercos metálicos con los que se restringe la movilidad de la clientela, explicaron.

Encabezados por Gerardo Cleto López Becerra, representante de la asociación Con Comercio Pequeño, resaltaron la importancia de esta actividad no sólo para los consumidores, sino porque es fuente de ingreso para miles de trabajadores, canal de distribución de los productos de las grandes empresas y la base de la economía nacional.