El uso constante de cubrebocas ha generado diversas afectaciones en la piel, entre ellas dermatitis de contacto y seborreica, empeoramiento del acné, informaron integrantes de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).

Esas reacciones dependen del tipo de material de las mascarillas y de factores como la sensibilidad de la piel, el tiempo de uso y clima.

En conferencia de prensa virtual, Rossana Llergo y Susana Canalizo Almeida, presidenta y vicepresidenta de la FMD, alertaron también de lesiones cutáneas por el uso excesivo de gel antibacterial con gran contenido de alcohol, lo cual rompe la capa lipídica de la piel y favorece el desarrollo de dermatitis.

Advirtieron que usar de forma prolongada guantes de látex también puede generar padecimientos cutáneos, más si las personas son alérgicas a este material, por lo que recomendaron utilizar los de nitrilo.

Alejandro García Vargas, integrante de la mesa directiva de la FMD, consideró que entre 20 y 30 por ciento de las personas pueden desarrollar afecciones por uso excesivo de cubrebocas, por lo que es mejor utilizar los de tela.

Si hay un proceso inflamatorio en la piel lo ideal son los de algodón para disminuir la inflamación, dijo Canalizo Almeida, quien advirtió también que el lavado frecuente de manos y con jabones fuertes produce dermatitis.

Llergo expuso que los cubrebocas N95 son los que más afectan la piel, sobre todo el empeoramiento o aparición de acné porque requieren estar ajustados, aunque generalmente los experimenta el personal de salud, pues la presión, fricción y el roce pueden causar tanto una modificación de la película lipídica en la superficie de los corneocitos como el micobioma cutáneo.

Al usar la mascarilla por periodos prolongados se crea un microclima tropical húmedo en el rostro, por lo que hay oclusión del conducto pilosebáceo por presión.