En este montaje íntimo, que no es cine ni teatro
, el espectador fungirá de detective para desentrañar un misterio familiar, explica la directora Paula Zelaya en entrevista // Se transmite los martes de este mes
Lunes 14 de septiembre de 2020, p. 8
Yo dije, tú dijiste… Dos voces que cuentan ambos lados de una misma moneda protagonizan Bichito, thriller sicológico virtual que se presenta por primera vez en México desde el Foro Shakespeare, cuyas localidades disponibles pueden adquirirse en www.boletia.com.
Con traducción y dirección de Paula Zelaya y Ana González, se trata de una singular adaptación mexicana de la obra Little One, de la dramaturga canadiense Hannah Moscovith.
“Nos hubiera gustado estrenar este thriller en vivo de manera presencial, pero dadas las circunstancias nos mudamos a otro formato. Sin embargo, es la primera vez que el montaje se da a conocer en nuestro país, se traduce al español, y además en plataformas digitales”, explica Zelaya en entrevista con La Jornada.
“No estamos haciendo cine –añade–, tampoco teatro; es un proyecto híbrido en el que intervienen dos cámaras manipuladas por los actores. Pese a que estamos acostumbrados a presenciar puestas en escena meticulosas, los espectadores podrán apreciar aquí toda la parafernalia: cables tirados, enchufes, tripiés.
La cuestión más importante es que la trama refleja perfectamente el contenido de la obra: una batalla épica de testimonios familiares difundidos en línea.
Álex (Andrés Elvira) y Camila (Ana González) son dos niños que fueron adoptados por familias distintas. Mientras el primero se adapta muy bien a las nuevas condiciones y aparenta tener estabilidad emocional, su hermana menor representa lo opuesto: impredecible, perturbadora e incluso conflictiva con sus compañeros. Luego de 14 años, Álex recibe una extraña grabación con la voz de Camila; entonces, se ve forzado a revivir su infancia, además de enfrentarse a que no todo es como parece.
Los espectadores fungirán como detectives para averiguar qué sucedió y quién tiene la razón; se alude al abuso, a la violencia doméstica, a los secretos familiares
, acota la directora escénica, quien recalca que el montaje nació a partir de una ola de limitaciones.
“Se realizó bajo los lineamientos del Manifiesto-19, iniciativa del Foro Shakespeare, creada en plena pandemia del nuevo coronavirus y de distanciamiento social, que tiene como finalidad realizar producciones sin invertir tanto dinero. No contamos con escenógrafo, iluminador o diseñador de vestuario.
Incluso, la escenografía con un tapete, un sillón y varias lámparas que proporcionaron los actores. Eso es más que suficiente para evocar la atmósfera precisa, espeluznante, misteriosa, nostálgica, musicalizada por el compositor mexicano Cristóbal Maryán.
Para Paula Zelaya (Ciudad de México, 1991), que sólo sean dos personajes en escena reduce mucho los riesgos de contraer Covid-19 (entre ellos), ya que no ocupan cubrebocas o guantes. El pacto que hicieron durante los ensayos fue cuidarse mucho en su vida cotidiana para no poner en riesgo a los demás.
“La puesta es muy íntima: hay abrazos, mucha cercanía en un espacio tan pequeño, por lo que no prevalece la sana distancia. Aunque fue bastante complicado trasladar el lenguaje teatral a plataformas electrónicas.
“Ojalá la temática de esta historia algún día pierda vigencia, ojalá que las circunstancias que vemos en escena no se trasladen más al mundo real. Apelamos mucho a la revalorización de las personas que hacemos invisibles, que sufren injusticias y etiquetamos de locas, trastornadas o enfermas.
“Es más honesto, justo y correcto ayudarlas para que se haga justicia, porque siguen siendo valiosas para la sociedad. En México se suelen silenciar o ignorar las voces de las víctimas. Prevalece la injusticia social.
En ese proceso de verbalizar los traumas, el cerebro se descompone y recompone muchas veces. De alguna manera, el personaje de Camila se quedó sin voz, pero ahora, gracias a una grabación, logra contar su historia. Dos personajes cuentan su versión de los hechos, pero, aunque se guarden las cosas debajo de un tapete, tarde o temprano salen a la luz.
Bichito se transmite en vivo los martes de septiembre a las 20:30 horas desde el Foro Shakespeare (Zamora 7, Colonia Condesa). Las localidades, de 150 pesos, se pueden adquirir en www.boletia.com. Después de pagar, al usuario se le envía un vínculo para que pueda ingresar a la plataforma neerme.tv.