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Ver día anteriorDomingo 13 de septiembre de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Buena noticia
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uy reconfortante resulta conocer una buena noticia en estos días, en que más bien proliferan las malas. Un libro sobre el cacao, ese prodigioso alimento que se cultivó por los olmecas desde hace más de 2500 años, obtuvo el primer lugar de la categoría Chocolate, de los Gourmand World Cookbook Awards. En español: Premio Mundial Libro de Cocina Gourmand, conocidos como Premio Gourmand.

Desde 1995 se otorga anualmente a los mejores libros de cocina y del vino, en una competencia gratuita y abierta a todo el mundo en la que participan más de 100 países.

El propósito es reconocer y honrar a aquellos que cocinan con palabras y ayudar a los lectores y aficionados a la gastronomía a encontrar los mejores libros. Asimismo, auxilia a las librerías a la hora de buscar y encontrar los mejores ejemplares del año; permite a ediciones del mundo entero el acceso a los mercados mayores en diferentes lenguas y propicia el conocimiento de las diferentes culturas culinarias.

Como corolario al premio, el libro El Cacao, alimento divino –que ya había sido reconocido por los Gourmet Awards en un evento a mediados de 2019 en Macao, China– fue seleccionado para la celebración de los 25 años de los Premios Gourmand como lo mejor de lo mejor, entre otros aspectos porque este festejo tiene como enfoque la sustentabilidad. En esta ocasión especial se va a exhibir en la casa de Alfred Nobel, en Kariskoga, Suecia.

Es el octavo ejemplar de la colección Tonacayotl: nuestro sustento, que edita la Fundación Herdez; se compone de 10 tomos, los cuales están centrados cada uno en un producto mexicano diferente: chile, jitomate y cebolla, frijol, mole, aguacate, maíz, nopal, cacao, vainilla y amaranto.

El proyecto editorial está enfocado en la difusión y conocimiento de nuestro patrimonio y cultura gastronómica. Los autores son especialistas de diferentes áreas del conocimiento: historiadores, antropólogos, biólogos, ingenieros, chefs y artesanos.

Cada volumen es un tesoro en el que hablan del origen, cultivo, procesamiento, la importancia nutrimental de cada producto y cuál era el papel que estos elementos jugaban en el México antiguo.

Permiten conocer las diferentes especies y géneros de alimentos, la historia y comercialización en la Nueva España, su paso al viejo mundo y cómo se ha desarrollado su cultivo en los cinco continentes. Muy pertinente en estos momentos ha sido la identificación de los niveles de consumo en las nuevas generaciones y cómo beneficia o perjudica a la población.

No se limitan al aspecto alimenticio, también estudian sus diferentes usos: medicinales, estéticos y ornamentales. Nos enteramos del proceso industrial por el que pasan los ingredientes para ser consumidos y comercializados de manera exponencial, entre muchas cosas más.

El cacao, alimento divino da datos interesantes: el portentoso producto cuenta con denominación de origen desde 2016. Alrededor de 37 mil productores participan en su cultivo y procesamiento en distintos estados de la República, con Chiapas y Tamaulipas a la cabeza.

Antes de la llegada de los españoles, el consumo del cacao estaba vetado para el común de la gente; tras la Conquista, la prohibición se levantó y la bebida se popularizó entre indígenas y españoles. Se volvió parte fundamental de la alimentación. Solía beberse por lo menos cuatro veces al día; era tan importante que en muchos lugares parte del salario se pagaba con chocolate.

Éstas son probaditas del rico contenido del libro que está preciosamente ilustrado. Lo pueden adquirir en la sede de la Fundación Herdez, que ocupa una hermosa casona del siglo XVII, en Seminario 18, casi esquina Moneda, también en librerías y en línea.

De ahí sugiero ir a El Moro, en Eje Central Lázaro Cárdenas 42, a sopear unos churros crujientes con chocolate. Puede ser el español, dulce y espeso; mexicano, más ligero; francés con un toque de vainilla light o chococafé. Al terminar, rápido el cubrebocas.