La desigualdad socioeconómica y las distintas realidades sociales que enfrentan alumnos y maestros es uno de los principales retos de la educación a distancia, pues no sólo es la falta de acceso a tecnología y conectividad, también la necesidad de reducir planes y programas de estudio que generan sobrecarga de contenidos, alertaron especialistas.

En el foro virtual Retos y alternativas de la educación a distancia, convocado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Valeria Rebolledo, directora de área de la Unidad de Apoyo y Seguimiento a la Mejora de la Educación e Innovación Educativa, destacó que la falta de recursos tecnológicos puede poner en riesgo la trayectoria formativa de los alumnos, principalmente los más vulnerables.

Destacó que se debe considerar la diversidad del sistema educativo nacional, ya que no es lo mismo cursar los estudios en una escuela rural que en una urbana, y las diferencias son difíciles de atender desde la política pública, porque en todo el país habrá niños que tengan el acompañamiento en casa, muchos otros no, donde ambos padres o la madre debe salir a buscar el sustento familiar.

Rosa Oralia Bonilla, consejera ciudadana de Mejoredu, destacó la necesidad de atender a los sectores más vulnerables, quienes son los que enfrentan mayores riesgos de abandonar la escuela. Por ello, recordó que la televisión es un recurso útil, es un medio, pero no un fin. Indicó que se requiere también diversificar los recursos, enfocarse en los conocimientos imprescindibles y construir métodos flexibles para el aprendizaje, pues el sistema educativo en México no está preparado para improvisar.

Por su parte, Claudia Saucedo, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que prevalece una etapa de incertidumbre que ha hecho más visibles las condiciones de diversidad y desigualdad preexistentes.

Destacó que durante el confinamiento los docentes han enfrentado cargas administrativas, la formación en tecnologías de la información y la identificación de los aprendizajes fundamentales, por lo que es importante cuidar la salud mental del estudiantado y de los propios maestros, a fin de garantizar mejores condiciones para el aprendizaje.