Jueves 13 de agosto de 2020, p. 35
Editorial
Los problemas de citas en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la CDMX derivan, en parte, de la falta de insumos y personal. Además de razones sanitarias.
La posibilidad de hacer audiencias por videoconferencias allanaría el camino procesal. La Ley laboral permite a las Juntas el uso de tecnologías de la información para las actuaciones de las partes.
Litigantes y académicos, como el Instituto de Posgrado en Derecho, se han manifestado públicamente por coadyuvar a las Juntas para lograr el uso de videoconferencias. Incluso, proponiendo la donación del pago de licencias respectivas o capacitación para ello.
Mientras en otras áreas de gobierno las imposibilidades presupuestarias impiden soluciones inmediatas, la justicia laboral evidencia que la disposición tripartita, donde se equiparan trabajadores, patrones y gobierno, sigue vigente. Ya no en el plano procesal, sino en la concepción de la justicia social. De ahí que la ciudadanía, en voz de sus abogados, proponga aportar para resolver. La justicia laboral es sinónimo de paz social. Litigantes y académicos apuestan por ello.
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Defenderse del poder
de Ermanno Vitale, de Edit. Trotta explica las posibilidades de que la mejor democracia resulte en órganos de gobierno ajenos a los intereses populares. No sólo en las autocracias hay peligro de oprimir. Los legisladores ineficaces son tan peligrosos como los políticos plegados a los grupos de poder. Más allá de las armas, hay mecanismos legales para defenderse de esos poderosos que trabajan desde el gobierno, el poder del dinero o el poder de la violencia. Los miles de amparos tramitados contra medidas de esta administración es uno de ellos.
El pacto social puede rescindirse de muchos modos.
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