Viernes 7 de agosto de 2020, p. 5
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) tiene como prioridad a los productores pequeños y muy pequeños del campo, aseguró Víctor Villalobos Arámbula, titular de la dependencia.
Descartó que se deba pedir una disculpa pública, como había solicitado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por el anteproyecto presidencial sobre el glifosato.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, detalló que se enteró de dicha petición en un tuit, pero después lo bajaron. “No he recibido ninguna solicitud formal al respecto, y la verdad es que la Sader no tiene que darla, porque es un decreto presidencial.
Como bien señalaba el presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañana, en el seno del gabinete hay opiniones diferentes, y él ha permitido y favorecido que haya este diálogo, esta discusión, porque a partir de eso el mandatario, como autoridad máxima, toma las decisiones que considere más importantes en función de los argumentos que puedan o no presentarse en el seno de nuestras reuniones. Él toma las decisiones, lo importante es apoyarlo y favorecer la Cuarta Transformación.
Ante la crítica de Víctor Toledo, titular de la Semarnat, respecto a que la Sader se dedica a atender los agronegocios, insistió en la labor hacia los campesinos de pequeña escala.
“La prioridad de la Secretaría de Agricultura descansa en dos grandes pilares: incremento de la productividad, porque no podemos garantizar la alimentación para una población creciente si no aumentamos la producción, y agricultura sustentable, esto es el respeto a los recursos naturales. Hemos enfatizado la importancia y la necesidad de trabajar fuertemente en el tema del agua y del suelo y la agricultura inclusiva (…) todos los productores son importantes, pero tienen necesidades diferentes, sin embargo, la Cuarta Transformación está abocada a apoyar a pequeños y muy pequeños productores, los que han estado olvidados muchos años”.
Sobre el glifosato, destacó que para tener una agricultura sustentable se deben tener prácticas que nos permitan subir la producción con el menor daño ambiental posible. De ahí que el uso de agroquímicos es una forma técnicamente adecuada que beneficia la producción. Cuando se manejan mal, como cualquier otro producto, dañan el ambiente, el agua y la salud”. Sobre los pequeños productores orgánicos, aseguró que ha certificado a más de mil 600, muchos de ellos zapotecos, mixtecos, mixes, mazatecos, totonacos, nahuas, huastecos, tzeltales, zoques, tojolobales, huicholes y chatinos.