Viernes 31 de julio de 2020, p. 5
Luis Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño García, quienes colaboraron con Genaro García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, también son objeto de investigaciones y acusaciones en México.
Fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR) señalaron que pedirán información a las autoridades estadunidenses sobre las acusaciones formuladas a los ex funcionarios para cruzar datos con las pesquisas que ya realizan.
En diciembre pasado, Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), informó que se solicitó el congelamiento de cuentas bancarias de varios ex colaboradores de García Luna, entre ellos Cárdenas Palomino, quien promovió un amparo contra esta medida, en el cual le fue negada la suspensión provisional.
Expedientes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal implican a Cárdenas Palomino en el asesinato del taxista Jesús Palafox Aranda, perpetrado en agosto de 1987, crimen que habría cometido junto con otros de sus amigos en una noche de juerga.
Durante su trayectoria pública, estuvo involucrado en el montaje efectuado en diciembre de 2005 para representar la captura de Florance Cassez, acción que finalmente fue definida como un efecto corruptor
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que llevó a ordenar la liberación de la ciudadana francesa, quien era señalada de pertenecer a una banda de secuestradores.
Por su parte, Pequeño García estuvo ligado a García Luna desde que éste encabezó el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), organismo hoy desaparecido que se utilizó para el espionaje político.
En julio de 2015, Pequeño García tuvo que dejar la división antidrogas de la Policía Federal, luego de que tres de sus subordinados fueron implicados en una de las fugas de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.