Actualmente la muerte materna es 21.1% superior a lo reportado en 2019, señala especialista
Jueves 30 de julio de 2020, p. 19
La emergencia sanitaria por Covid-19 hizo visible las múltiples carencias y desafíos que aún se enfrentan para garantizar una adecuada atención de la salud materna y el puerperio
, afirmaron especialistas durante el seminario virtual Salud y mortalidad materna en México en el marco del Covid-19
, convocado por diversas organizaciones civiles.
La doctora Hilda Argüello, secretaria técnica del Observatorio de Mortalidad Materna en México, destacó que incluso antes del Covid-19 garantizar el derecho a la salud materna era un desafío, pero actualmente la muerte materna es 21.1 por ciento superior a lo reportado en 2019, lo que nos alerta sobre los enormes problemas que aún enfrentamos
.
Destacó que hasta la semana epidemiológica 29 (del 12 al 18 de julio) las muertes maternas eran 85 a escala nacional, las cuales se concentraban en 74.2 por ciento en mujeres menores de 34 años, principalmente por hemorragia y trastornos hipertensos al momento del parto.
Argüello destacó que tras concluir la Jornada Nacional de Sana Distancia los casos positivos y sospechosos de Covid-19 en embarazadas y mujeres en parto se han incrementado en 138 por ciento, y agregó que los casos de Covid grave han estado asociados a comorbilidades como obesidad, diabetes y sobrepeso.
Por lo que respecta a la salud de las mujeres indígenas, Ofelia Pérez Ruiz, vocera del Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, fundado en 2017, destacó que en las comundiades indígenas y rurales de la entidad la atención materna y neonatal ya eran deficientes antes del Covid-19, pero ahora se ha profundidado, hay escasez de personal, equipo e infraestructura de salud, desabasto de medicamentos y de acceso a métodos anticonceptivos, hay racismo y una ausencia de enfoque intercultural y de respeto a los pueblos originarios
.
En Chiapas, como en muchas otras regiones donde habitan los pueblos indígenas, vivimos una crisis sanitaria crónica y una pobreza estructural que sume a las mujeres en estados precarios de salud y nutrición, por eso nuestro estado se mantiene en los primeros lugares de muertes maternas.
Agregó que las parteras tradicionales somos quienes estamos en la primera línea de atención, y si no hay más muertes de mujeres embarazadas es porque no hemos dejado de atenderlas, pese a todas las dificultades, porque el Estado no tiene acciones ni programas de apoyo para impulsar nuestra labor
, enfatizó.