Playa del Carmen, QR., Con mascarillas, gel desinfectante y distanciamiento social, los artistas del Cirque du Soleil en la Riviera Maya preparan el acto que presentan en un teatro casi vacío, luego de más de tres meses de ausencia forzosa por la pandemia de Covid-19.

Todavía en una época de protocolos sanitarios, y en medio de una crisis económica que ha obligado al Cirque du Soleil a solicitar protección judicial por bancarrota, la compañía quebequense anunció el regreso de Joyà, inspirado por la migración de la mariposa monarca.

La puesta en escena es el primer montaje permanente de la compañía en México. Desde 2014, contorsionistas, malabaristas, patinadores y técnicos de 15 países dan vida a Joyà en la Riviera Maya.

Llevado a cabo en Quintana Roo, uno de los estados con mayor nivel de alerta epidemiológica actualmente, el espectáculo se presenta en un teatro al 30 por ciento de su capacidad, por lo que de 650 lugares sólo están disponibles 200.

Joyà es el segundo espectáculo del Cirque du Soleil en retomar actividades. El primero fue The land of fantasy, que se presenta en Hangzhou, China, desde el pasado 3 de junio.

Personal del montaje pide no perturbar a contorsionistas, malabaristas y patinadores que ensayan para la quinta función desde su regreso el pasado 3 de julio.

Estamos muy felices de volver a los espectáculos durante esta pandemia, de estar aquí para el público, dice Jamie Sullivan, directora de operaciones del show.

En México, el elenco evita hablar de la crisis. Durante el confinamiento, desde finales de marzo hasta junio, casi todos los artistas permanecieron en el país, informa Sullivan.

Joyà es el primer espectáculo residente del circo en América Latina y se exhibe en un teatro construido especialmente para la obra, que dura 80 minutos y donde participan 30 artistas y 280 técnicos.

Quintana Roo (sureste), el estado donde queda la Riviera Maya, está en máximo nivel de alerta epidemiológica, según los criterios del gobierno mexicano. Hasta el lunes, sumaba 6 mil 285 infectados y 800 fallecidos por Covid-19. Por ello, el aforo se limita a 30 por ciento del teatro.

Crisis financiera

La crisis por la pandemia empujó a la compañía canadiense a solicitar protección judicial por bancarrota. La semana pasada aceptó una oferta de compra de sus acreedores, que servirá como base para su subasta en agosto. Previo al arreglo, despidió en marzo al 95 por ciento de sus empleados.

Debido a las medidas para contener al Covid-19, desde hace varios meses había cancelado todos sus espectáculos alrededor del mundo.

Con el objetivo de solucionar la difícil situación financiera de la empresa de entretenimiento, una corte en Canadá aprobó una oferta de acecho para reconfigurar su estructura de capital.

Una oferta de acecho es un ofrecimiento inicial sobre los activos de una compañía en bancarrota desde un comprador interesado escogido por la propia firma en problemas. La propuesta de apertura debe ser superada por interesados si es que quieren comprar.

La oferta, valuada en más de mil 200 millones de dólares por un comité de acreedores y firmada por un juez, también incluye 375 millones de dólares estadunidenses de nuevo capital. Una subasta se llevará a cabo el próximo 25 de agosto en caso de que otros interesados hayan presentado ofertas antes del 18 de agosto.