El sector privado expresó cautela ante la decisión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de dar el control de aduanas y puertos a las fuerzas armadas. Advirtió que ello puede obstaculizar el flujo de operaciones comerciales.

El Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) consideró que esa medida es plausible en forma inmediata, pues la finalidad es abatir la corrupción en esas áreas, donde se comenten delitos como lavado de dinero, narcotráfico y contrabando de mercancías.

Sin embargo, dijo, la acción debe ser temporal, ya que las fuerzas armadas tienen la responsabilidad de vigilar y dar seguridad a las operaciones cotidianas en las aduanas y puertos del país.

Destacó que no existe certeza de que las fuerzas armadas cuenten con la experiencia y grado de conocimiento especializado para atender las distintas transacciones que se realizan en dichos puntos.

La decisión, anunciada por el gobierno federal, indudablemente genera intranquilidad, debido a que podría obstaculizar el flujo de operaciones de comercio exterior.

Con esa determinación, agregó, la actual administración asume una posición de riesgo, porque una mala intervención del Ejército y la Marina en la administración de aduanas y puertos incrementará sensiblemente la desconfianza hacia el país como destino de inversiones, provocando inevitablemente la pérdida de competitividad de las empresas mexicanas, el cierre de negocios y la consecuente baja de empleos.