La forma en que la literatura y el arte podrían funcionar como paliativo, un antídoto frente a la incertidumbre provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, es el eje de dos números especiales de la revista Punto en Línea de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dice la coordinadora de la publicación, Carmina Estrada.

Convocamos el 23 de marzo, cuando empezó esto, para recabar material literario y gráfico con este tema: vivir el encierro. Recibimos gran cantidad de trabajos, 150 colaboraciones. Se desbordó la expectativa que teníamos; tanto, que alcanzó para dos números especiales. El segundo aparecerá a finales de julio o agosto, refiere Estrada a La Jornada.

El primer especial, presentado el 30 de junio con la participación de Kevin Aragón, Alejandro Espinosa Gaona, Violeta Orozco, Guly Miller, Eduardo Cerdán (jefe de redacción) y Estrada, se encuentra en el sitio www.puntoenlinea.unam.mx.

Reúne 22 colaboraciones literarias de 11 hombres y 11 mujeres en diversos géneros e híbridos, que es la tónica de la literatura joven emergente. Fueron clasificados como cuento, crónica, poesía, ensayo y dramaturgia.

Abordan los temas universales: la muerte, la soledad y el amor, y lo que varía es el entorno. El enclaustramiento es un asunto individual y es del calibre de quien lo viva y quien pueda sentirse encerrado en un cuarto y quien se puede sentir encerrado en una isla. De este tamaño es la variedad.

Incluye una obra de teatro de Guly Miller. En la crónica, sostiene Carmina Estrada, “género muy necesario cuando necesitas entender qué es lo que pasa, tenemos varios textos en los que los jóvenes narran su vivencia cotidiana en el encierro o la de una ciudad completa, como es el caso del texto de Violeta Orozco.

Ella habla del escenario de guerra que se vive en la ciudad de Nueva York, en la urbe que es la meca de la prosperidad estadunidense, donde los primeros que caen son el ejército de desposeídos, finalmente los migrantes.

Además, la autora española Raquel Verdugo hace un distanciamiento que le permite tratar el asunto en un cuento cargado de humor negro. Se remite a un encierro que ella vive en la infancia en Sevilla por una epidemia de sarampión.

En la creación gráfica la revista contiene nueve trabajos muy interesantes, variados, de cuatro mujeres y cinco hombres. Hay carteles, fotografía, pintura, animación, incluso un fanzine, que presentamos en nuestra portada, que realizó la joven Leonora Flores Calatayud, un manual de autocuidado.