Martes 21 de julio de 2020, p. 20
La epidemia de Covid-19 ha dejado a más de un millón de personas sin empleo formal, la mayoría de bajos ingresos, justo las que no han tenido más opción que recurrir a retirar dinero de sus cuentas individuales de ahorro pensionario, asumiendo así una vejez más precaria de la que ya les esperaba.
Datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) revelan que de los 8 mil 569 millones de pesos que los trabajadores han retirado de su Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) en los primeros seis meses del año, 3 mil 88 millones de pesos (36 por ciento) han salido de Azteca y Coppel, que atienden a los afiliados de ingresos más bajos.
Según estadísticas de la Consar, en Afore Azteca los trabajadores tienen apenas un ahorro promedio de 9 mil 130 pesos, mientras en Coppel es de 24 mil.
Dichas cifras contrastan con los 150 mil que tiene un afiliado de Profuturo en su Afore o los 134 mil de uno de Inbursa.
Para Enrique Díaz-Infante, director especialista en sector financiero y seguridad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), México tiene una sociedad desigual y ahora, como consecuencia de la pandemia, se puede incrementar la desigualdad entre los pensionados.
De enero a junio de este año los trabajadores que tienen sus cuentas individuales en Azteca dispusieron por desempleo de un total de mil 314 millones de pesos, mientras los de Coppel retiraron mil 774 millones.
De acuerdo con la Consar, cuando un trabajador hace un retiro por desempleo en promedio dispone de 5 mil 100 pesos. Lo anterior significa que si un afiliado de Azteca tiene poco más de 9 mil pesos en su cuenta, se queda sin más de la mitad de su ahorro pensionario, mientras uno de Coppel, que tiene 24 mil pesos, se queda sin 20 por ciento.
Números del Instituto Mexicano del Seguro Social indican que las medidas de confinamiento derivadas de la pandemia han dejado un saldo de un millón 113 mil 677 empleos formales perdidos al primer semestre de 2020.
Estimaciones de organismos nacionales e internacionales indican que en México un trabajador se retirará en promedio con 30 por ciento de su último salario. Es decir, alguien con un salario de 10 mil pesos, en el mejor de los casos, afrontará su vejez con únicamente 3 mil mensuales.
En semanas recientes han surgido iniciativas para facilitar que las personas accedan a sus recursos para el retiro, lo que ha sido criticado por especialistas, pues consideran que en lugar de provocar que ante la emergencia los mexicanos usen dinero destinado para su retiro, el gobierno debería brindar apoyos sociales.
Para el especialista del CEEY, el panorama pensionario del país ya era desalentador y ahora es más, por lo que el gobierno se debe enfocar en desarrollar una reforma pensionaria que disminuya las semanas de cotización para acceder a una pensión y en una hacendaria que le permita intervenir en política social.
La pandemia provocará que muchas personas no tengan pensión. Además, se debe hacer una reforma hacendaria, porque no será justo que una persona no tenga pensión por problemas estructurales del país. Si no se hace algo ahora, en el futuro seguirá habiendo recortes a educación, salud e infraestructura.