La generación de energía eléctrica con carbón en México se mantiene por debajo de los niveles internacionales, comparados con los de países de desarrollo económico similar.

La riqueza de recursos naturales en el país ha permitido a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) diversificar sus fuentes de generación para una mayor confiabilidad del servicio para más de 44.5 millones de usuarios.

Informes de la empresa precisan que al cierre de 2019 la capacidad instalada de generación fue de 57 mil 872 megavatios (MV). Del total de energía neta generada en el año, 15.9 por ciento fue limpia, que incluye hidroeléctrica, nuclear, geotérmica, eólica y fotovoltaica.

Con centrales de ciclo combinado de la CFE se generó 18.6 por ciento de la producción anual, mientras que con las mismas pero de productores independientes de energía (PIE) fue de 38.3. El 9.4 por ciento fue con carbón, 14.2 con vapor convencional y 0.7 con diésel.

Así, del 100 por ciento de generación de energía de la CFE, únicamente 9.46 por ciento es producida con carbón, mientras que a escala internacional es en promedio de 38 por ciento.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, Alemania produce alrededor de 44.3 por ciento de su energía con carbón como principal combustible; Australia, 62.9; Bosnia y Herzegovina, 64; Bulgaria, 46.2; Camboya, 48.4; Chile, 37.1; China, 70.3; Colombia, 11.9; Dinamarca, 24.5; España, 19; Estados Unidos, 34.2; Federación Rusa, 14.8; Grecia, 42.7; Guatemala, 21.4; Italia, 16.1; Japón, 32.2, y Reino Unido, 22.8, entre otros.

Cabe señalar que las operaciones de la CFE requieren grandes cantidades de combustibles fósiles (combustóleo, gas natural, carbón y diésel).

El año pasado 75.1 por ciento de la capacidad instalada para generación (incluyendo PIE) derivó de las plantas alimentadas por dichos combustibles.

Respecto del carbón, la CFE compra mediante contratos de tres años a varios proveedores nacionales y extranjeros que selecciona a través de procesos de licitación competitivos.

El martes pasado la compañía eléctrica nacional anunció la compra de 2 mil toneladas, de las cuales 70 por ciento proveendrá de micro y pequeños productores.

Leyes ambientales y reglamentos

Para los ambientalistas preocupados por las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera por las emanaciones de las tres carboeléctricas que tiene el país, es importane señalar que la CFE está sujeta a un extenso catálogo de leyes ambientales y reglamentos, incluyendo la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la cual es la principal norma en la materia en México.

Esas disposiciones y sus reglamentos imponen estrictos límites permisibles de emisiones o descargas para la protección ambiental, incluyendo, entre otros, uso de agua, control de emisiones al aire y ruido, descargas de agua residual, uso y manejo de residuos o materiales tóxicos y prácticas de disposición de residuos.

Además de las leyes y reglamentos ambientales aplicables a las operaciones de la CFE, se solicita a la empresa productiva del Estado utilizar las tecnologías de producción de electricidad que resulten lo más amigables con el ambiente y de menor costo posible.

La CFE también está obligada a utilizar tecnologías de producción de electricidad que ofrezcan estabilidad óptima, calidad y seguridad para el servicio público que presta.

La empresa del Estado estima que aproximadamente 98.95 por ciento de la población tiene acceso a energía eléctrica, índice más alto que el de otros países de América Latina.

Aun cuando el servicio llega a la mayoría de la población, queda por electrificar alrededor de 34 mil localidades.

La CFE está sujeta a auditorías ambientales sin previo aviso, ordenadas y ejecutadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la cual forma parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.