El recorte de 75 por ciento en el gasto corriente del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), equivalente a 151 millones de pesos, es un despropósito que afectará el desempeño de dicho organismo –aunque su titular, Nadine Gasman, afirme que no– y demuestra que la protección de las mujeres no es una prioridad del gobierno, a pesar de que todos los días se cometen 11 feminicidios en promedio, señalaron organizaciones civiles especializadas en el tema.

Ruth Fierro, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, consideró que la baja en los fondos del instituto por supuesto que tiene que generar afectaciones en cómo se desarrollan sus programas, ya que de una u otra forma se obligará a su personal a trabajar en condiciones de mayor precariedad.

Siempre es lo mismo: todas las instancias encargadas de atender el tema de la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres, incluyendo la violencia, son las que tienen menos personal y están peor pagados, lo que genera un alto nivel de rotación de trabajadores y, por ende, la pérdida de empleados con experiencia y capacidades, lamentó.

Es una afrenta increíble la decisión del gobierno de quitarle dinero a estos organismos, porque de esta forma se ve que los considera algo no prioritario, a pesar de que en este país hay una verdadera pandemia de violencia que le sigue costando la vida a 11 mujeres al día, subrayó la especialista.

Dafne Cuevas, directora ejecutiva de la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, enfatizó que aplicar recortes presupuestales en organismos de defensa de los derechos de las mujeres es recortar nuestras vidas. Es lamentable que dentro de las prioridades del gobierno no está la atención de los asuntos vinculados a la igualdad.

La activista recordó que el Inmujeres de por sí tenía bastantes limitaciones presupuestales. El recorte es un despropósito, porque los recursos de por sí eran escasos. Somos la mitad de la población del país y nuestras vidas importan, por eso nos parecería un asunto de sensibilidad política muy claro el que no hay que cortar los fondos de este organismo.

En contraposición a lo dicho por Nadine Gasman, Cuevas estimó que la baja de fondos del instituto sí va a mermar su capacidad y a impedirle el desarrollo adecuado de políticas con perspectiva de género.