Miércoles 15 de julio de 2020, p. 34
Mientras empresarios pidieron no vulnerar la propiedad privada con la reforma para conciliar el pago de renta, arrendadores en zonas populares se dijeron resignados a apoyar a sus inquilinos siempre que sea temporal.
Ante las consecuencias económicas y sociales ocasionadas por la pandemia, empresarios se manifestaron a favor de coadyuvar con las autoridades capitalinas en el propósito de encontrar mecanismos extraordinarios para auxiliar a quienes habitamos en la capital durante la contingencia sanitaria, pero estas medidas no deben vulnerar la certeza jurídica ni poner en riesgo las propiedades de particulares
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La Coparmex local dijo que están convencidos de que el Estado es el responsable de garantizar el derecho humano a la vivienda de los capitalinos mediante la creación de instrumentos y mecanismos en la ley, pero no puede trasladar esa responsabilidad para que sean los particulares dueños de inmuebles quienes garanticen este derecho fundamental
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Asimismo, exhortó a llevar una discusión más amplia sobre las propuestas de reformas al Código Civil en materia de arrendamiento, pues ponen en peligro el derecho a la propiedad en la Ciudad de México.
Se resignan
Si aprueban esa ley (de rentas), ni modo, pero al menos que sea por un corto tiempo porque nosotros también tenemos compromisos y deudas que pagar
, coincidieron propietarios de inmuebles en renta.
De acuerdo con especialistas, la reforma para conciliar el pago de renta afectaría no sólo a los grandes empresarios, sino también a las personas que viven de ese negocio.
En ese supuesto se encuentran Amelia Borges, de 74 años, y Angélica González, de 57, ambas rentan cuartos y departamentos en las colonias Juventino Rosas, en Iztacalco, y Vicente Guerrero, en Iztapalapa.
Amelia obtiene un ingreso mensual de 8 mil pesos, con el que mantiene a su esposo de su misma edad y apoya a sus hijos para la manutención de sus nietos, pues se quedaron sin trabajo. Mientras Angélica obtiene 10 mil 500 pesos, dinero que utiliza para ella y su hijo, y para pagar sus deudas.
Ambas comentaron que apoyarían a sus inquilinos, pero sólo por un tiempo corto, pues viven de su negocio.