Lunes 13 de julio de 2020, p. 28
Chilpancingo, Gro., El Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ) denunció que la tarde del sábado “más de 100 integrantes del grupo narco-paramilitar Los Ardillos abrieron fuego contra la comunidad de Tula Guerrero, municipio de Chilapa de Álvarez, en la Montaña baja de Guerrero.
En un comunicado, dio a conocer que “después de tres horas de ataque con armas de grueso calibre, fueron destruidas varias casas y corrales, y los habitantes, incluso niños y mujeres, tuvieron que huir hacia el monte.
“No hubo muertos gracias a que nuestros compañeros promotores y la comunidad se mantienen en resistencia y repelieron el ataque, lo que permitió a la población huir y que los narcoparamilitares no se internaran en la comunidad”, agregó.
Aseguró que la Guardia Nacional “no hizo nada a pesar de que están a escasos dos kilómetros de la base permanente; escucharon las más de tres horas de balacera sin hacer absolutamente nada. La base fue puesta como parte de las medidas de seguridad a las que se comprometió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los ataques contra el Cipog-EZ no paran a un año y dos meses del asesinato de nuestros concejales, delegados y promotores del Cipog-EZ, CNI (Congreso Nacional Indígena) y CIG (Consejo Nacional Indígena): José Lucio Bartolo Faustino, Modesto Verales Sebastián, Bartolo Hilario Morales, Isaías Xanteco Ahuejote, David Domingo Alonso, Marcelino Pedro Rojas, Juana Hernández Ambrosio y Alberta Matías Rendón
, expuso.
Todos los niveles de gobierno se enteraron de lo que ocurrió. ¿Por qué no hicieron nada Andrés Manuel López Obrador, Héctor Astudillo Flores y Jesús Parra García (alcalde de Chilapa)? ¿Acaso las vidas de los indígenas nahuas no importan?