El nuevo teatro Julio Jiménez Rueda será diseñado de manera integra a partir de la colaboración entre las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Cultura federal (SC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), con el fin de construir un recinto con características similares o mejores respecto de la capacidad y equipamiento que tiene el actual foro, ya desmantelado.

Así lo dio a conocer la directora del Inbal, Lucina Jiménez, en una carta dirigida a la comunidad teatral, en la cual reconoció que el recinto ubicado en un inmueble que pertenece al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) y que durante más de medio siglo fue administrado por el Inbal, “es un espacio emblemático asociado a la memoria afectiva y escénica de muchas generaciones que tuvieron ahí sus primeros acercamientos al teatro mexicano. Con esa premisa, el Inbal se negó a devolver el teatro durante todo 2019 al Issste, al no estar asegurada la creación del nuevo espacio comprometido.

En su momento se apoyó con una planta de luz a los trabajadores que resguardaban el teatro, en condiciones de precariedad, desde 2017, año en que fue cerrado. Los caminos para garantizar un nuevo teatro Julio Jiménez Rueda en ese mismo predio pasaron por la toma de decisiones a partir de los nuevos contextos de emergencia sanitaria, relató la funcionaria.

Agregó que ya se trabaja en un convenio con la SHCP, “la cual ahora posee el terreno que era propiedad del Issste, a partir de la convicción compartida de que es vital para México garantizar la permanencia del recinto.

“Contaremos con un nuevo teatro Julio Jiménez Rueda. Está acordado con Hacienda que se llamará así. Además, gracias a la disposición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Inbal volverá a programar funciones en el teatro Isabela Corona, ya que, ante el desacuerdo del Instituto de Bellas Artes y Literatura de devolver el Jiménez Rueda, el Issste dejó de pagar la renta del espacio.

Un convenio firmado por el IMSS y el Inbal permitirá también el fomento al teatro escolar en ese espacio y el trabajo comunitario en la zona para acompañar la gestión escénica con personal del Inbal.

Lucina Jiménez reconoció la labor de la comunidad artística que se unió a la defensa del Jiménez Rueda y de los trabajadores del Inbal que resguardaron el recinto, “con quienes se dialogó respetuosamente hasta la resolución jurídica adoptada por las instancias respectivas y para definir los términos del desmontaje.

Son ellos quienes llevan a cabo el resguardo del equipamiento, que es propiedad del Inbal, sin incurrir en ninguna irregularidad ni traicionar sus principios. Son trabajadores de base, por lo que su permanencia laboral no está a discusión. Se mantendrán como plantilla específica. Sus derechos laborales y sus percepciones están garantizadas, lo mismo que su decisión autónoma de representarse a sí mismos, toda vez que pertenecen a diversas organizaciones sindicales, concluyó la directora del instituto.