Sábado 11 de julio de 2020, p. 20
Por la crisis mundial de Covid-19 podría asegurarse que el siglo 21 empezó en este año, y que el carácter de esta centuria estará determinado en gran medida por lo que ocurra en materia de equidad de género, estableció Rebeca Grynspan, titular de la Secretaría General Iberoamericana. A su vez, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó sobre el riesgo de perder lo alcanzado para cerrar la brecha en cuanto a justicia laboral para las mujeres.
Grynspan se refirió ampliamente a esos efectos en el empleo femenino y donde se combinarán fenómenos que exigen atención inmediata: el golpe al sector informal y a la pequeña empresa donde las mujeres están sobrerrepresentadas, además de que 78 por ciento laboran en los cuatro sectores más afectados por esta crisis: comercio, servicios sociales, hoteles y turismo y comunicaciones.
Grynspan remarcó: La economía que surja después de esta pandemia será más ahorradora de mano de obra; además las empresas que sobrevivan serán más eficientes y requerirán de otras habilidades para el empleo, y eso nos afectará a nosotras doblemente
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Al participar en la webinar Pensar juntas la recuperación, organizada por Inmujeres, la representante de la institución iberoamericana indicó también que en la transformación que tendrán la economía y el mercado, las mujeres requerirán mucha más información y conocimiento de cómo se moverán los mapas de habilidades entre los sectores. Debemos ser muy precisas porque no tenemos tiempo y por lo tanto debemos usar los instrumentos de hoy
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Más hambre
Grynspan citó los datos recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre las nuevas proyecciones de pobreza y pobreza extrema que llevan a una conclusión: hambre en las familias
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Ya no estamos hablando de 30 millones más por debajo de la línea de la pobreza, sino de 48 millones, y ya no de 16 millones en pobreza extrema, sino de 28 millones
, subrayó.
En su intervención, Helmut Schwarzer, representante de la OIT en México, dijo que la recuperación económica y laboral tras la pandemia requerirá de una política activa, porque no se puede esperar que caiga del cielo
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Además, indicó, se estima que en América Latina unas 55 millones de personas entran en la estimación global de quienes perdieron sus horas de trabajo, y de éstas probablemente 15 millones quedarán en el desempleo para hacer un total, hacia finales de este año, de 41 millones sin una ocupación formal remunerada.