penas entró en vigor la reforma constitucional en Rusia, mediante una votación que los expertos en estadísticas electorales consideran la más sucia de la historia postsoviética, el Kremlin –con los medios que controla– se volcó a exhibir a sus adversarios como dementes con doble nacionalidad, enaltecedores del terrorismo, espías y traidores, pervertidos y asesinos.

Veamos: Piotr Verzilov, ex integrante del grupo Pussy Riot y editor de Mediazona, condenado a quince días de prisión por pelearse con un repentino agresor, deberá pasar entre rejas otros quince días por no declarar que también tiene pasaporte canadiense, a la vez que una clínica psiquiátrica dictaminará si padece alguna enfermedad mental.

Se condenó a la periodista Svetlana Prokopieva a pagar una multa de medio millón de rublos por enaltecer el terrorismo en una columna al opinar que el Estado tiene parte de la responsabilidad por quitar a los jóvenes la posibilidad de hacer política por medios legales y no violentos, prohibiendo cualquier protesta, lo que llevó al anarquista de 17 años a atentar con bomba, causando su propia muerte y tres heridos.

El periodista Ivan Safronov, que podría ir a la cárcel hasta veinte años, es acusado de ser espía por un correo electrónico que envió, en 2017, a un amigo checo que, según el FSB (organismo heredero del KGB soviético), podría ser agente de un servicio de espionaje y contener secretos de Estado. Vigilado Safronov desde 2012, sólo ahora se encontró la evidencia.

Hubo cateos y arrestos de periodistas financiados por Mijail Jodorkovsky, el exiliado ex dueño de la expropiada petrolera YUKOS, bajo el pretexto de una investigación que data de 2003.

El historiador Yuri Dmitriev, quien busca rehabilitar a las víctimas del estalinismo, descubrió una fosa común en Karelia y responsabilizó de las ejecuciones al NKDV (antecesor del FSB), se enfrenta a una pena de quince años de cárcel por supuestos abusos de carácter sexual a su propia hija.

Y por si fuera poco, se detuvo a Serguei Furgal, gobernador de Jabarovsk que derrotó al candidato oficialista, por ordenar la muerte de dos empresarios y de formar parte de un grupo mafioso, hechos que, se dice, ocurrieron hace quince años. Son noticias de esta semana y, a falta de pruebas concluyentes, todo huele a venganza.