Lunes 6 de julio de 2020, p. 30
En lo que parecía un intento de volver a la normalidad, los restaurantes tradicionales de Polanquito tuvieron que lamentar la ausencia de clientes y vieron reducidas sus expectativas de iniciar su recuperación.
Algunos locales equipararon los consumos del primer domingo de reapertura a los registrados en las últimas semanas de venta de comida para llevar, pero ahora con el servicio puesto, meseros y una inversión adicional en medidas de prevención.
Las mesas dispuestas en las áreas de terraza superaron en mucho las ocupadas por los comensales, que fueron llegando a cuentagotas a algunos establecimientos; mientras otros esperaban a sus primeros clientes a la hora de la comida.
Arnulfo Salazar, mesero de la taquería Tlacoteotl, señaló que durante la mañana sólo tuvimos dos clientes que vinieron a desayunar, pero confiamos que en la tarde vengan más, porque nosotros vivimos de las propinas
.
Una situación similar se observó en los restaurantes Baxtar, Mr. Sushi, Spuntino, Ivore o La Casa del Pastor, donde eran contados los comensales; mientras, las seis u ocho mesas al aire libre de Starbucks, Garabatos, Brasso, Kleins y Ojo de Agua estaban casi llenas.
Los tradicionales churros de El Moro tampoco estaban abarrotados, como antes de declararse la emergencia sanitaria por Covid-19 y, aunque no han cerrado, el número de personas es bajo, pero constante
, señaló Rodrigo Carranza.
El cumplimiento de las medidas de prevención para evitar algún contagio es estricto, porque no queremos correr ningún riesgo, y eso ha implicado una inversión adicional para que la gente se sienta con confianza en venir y disfrutar su comida
, coincidió con Arnulfo.
Con caretas, cubrebocas, una carta electrónica, panes y cubiertos en bolsas y el café servido en vasos desechables o con cambio de tazas, los encargados y gerentes de los diferentes restaurantes ubicados en Polanquito confían en que pronto salgamos adelante
.
Una gran parte de los establecimientos cerró casi tres meses y otros se aventuraron a la venta para llevar, lo cual significó, en muchos casos, el recorte o rotación de personal, con la consecuente reducción de salario o sumarnos a las filas de desempleados por la pandemia
, comentaron meseros.
Los verificadores, señalaron encargados, han estado viniendo a revisar que trabajamos con 30 o 40 por ciento de los espacios; sí guardamos la distancia entre mesas y tenemos medidas sanitarias, y no hemos sabido de algún restaurante sancionado. Todos estamos cumpliendo y hasta de más
.